Cuenta atrás para el adiós del pabellón central de la antigua Fe

Ya se han concluido las obras de demolición de las otras dos alas del edificio principal y ahora las máquinas están preparando el terreno para poder llegar a la parte central de ese pabellón, que es la más alta. Para ello los técnicos de la empresa Acciona están realizando nuevas plataformas de trabajo con escombros compactados, a modo de montañas a las que se subirán las excavadoras para poder acceder a la torre.

A partir del martes comenzarán por la parte superior de la torre, así que el histórico rótulo de 'Hospital la Fe' será uno de los primeros elementos en ser demolido, una vez se descartara hace semanas la opción de no destruirlo, al no ser posible por estar cogido a la fachada de manera muy fuerte. Los trabajos de derribo del edificio principal comenzaron a finales de enero con las dos alas laterales, que se terminaron la semana pasada. Ahora comenzará la parte central, y por tanto cuando se acabe, será en total tres meses y medio el tiempo que habrá costado derrumbar todo el edificio.

Cuando ya esté en el suelo, el siguiente paso, de manera inmediata, será iniciar el derribo del edificio de Rehabilitación. Es el que se encuentra a la parte izquierda mirando desde la avenida de Campanar y consta de tres alas, con planta baja y seis alturas cada una. En marzo se realizaron los trabajos de retirada del amianto y se tapió la puerta de entrada para preparar la demolición con seguridad. De nuevo se hará como el principal, desde los pisos superiores hacia abajo, ya que en ninguno de los inmuebles se va a realizar una voladura para no crear polvo que pueda causar molestias y problemas en el entorno.

Este edificio está separado por pocos metros del que se está acabando, el nuevo centro de especialidades, por tanto era prioritario derribarlo antes de que el nuevo entre en funcionamiento, previsto para principios del próximo año. Y que se ubica en la misma acera junto al nuevo centro de salud Campanar II, que este mes de abril ha entrado en servicio, y que se ha convertido en el primer edificio del nuevo complejo sanitario Ernest Lluch.

Y después será el turno del derribo del edificio de Maternal, en principio previsto para comenzar a finales de mayo. Se trata de una construcción más grande, compuesta de una torre con planta baja y diez alturas y otro edificio contiguo de tres plantas. En estos momentos los obreros están quitando el amianto de este edificio para poder realizar posteriormente la demolición con seguridad, sin elementos tóxicos.

Según las previsiones que manejan los técnicos de la obra del recinto de la antigua Fe, a mediados de 2026 estarán ya demolidos todos los edificios que entraban en esta fase. Porque hay otros, como es el caso de la Unidad de prevención de cáncer de mama, que por el momento se van a mantener en pie y en uso. Esta edificación también dispone de habitaciones en las que se ha albergado en anteriores a grupos de refugiados, como fue el caso de algunas familias ucranianas.

El derribo afecta a un total de 18 edificios, con sus respectivas instalaciones y cimentaciones, con una superficie de 118.828,89 metros cuadrados de forjado. En esta obra se están usando sistemas para reducir el ruido y también fomentar el reciclaje de todos los residuos pétreos y cerámicos generados en la demolición, para el relleno y compactación de los sótanos existentes en los edificios.

Estos trabajos se enmarcan dentro de la construcción del nuevo complejo sanitario Ernest Lluch. El coste de este derribo será de 14,9 millones de euros y permitirá que este nuevo espacio sanitario entre Marxalenes y Campanar se modernice y se integre en el paisaje, ya que combinará distintos edificios médicos con zonas verdes intercaladas.