Borrar
Urgente El nuevo precio del tabaco desde hoy, en el estanco y con recargo: cambia en Marlboro, Chesterfield o Phillip Norris
Una parte del botellón la madrugada de ayer en la plaza Honduras. lp

El botellón coge impulso en Valencia

La plaza Honduras vuelve a acoger a numerosos grupos pese al riesgo de propagación del coronavirus y las quejas de los residentes Los vecinos denuncian escándalos nocturnos y suciedad en las calles

Paco Moreno

Valencia

Sábado, 12 de septiembre 2020

Comenta

El botellón es imparable, ni siquiera el Covid-19 puede con esta práctica. Es lo que piensan los vecinos de la plaza Honduras, junto a la avenida Blasco Ibáñez, el último de los lugares de la ciudad donde se ha puesto más de moda reunirse de madrugada para beber alcohol en la calle.

«Apareció un coche de policía, alguien gritó y entonces se desplazaron juntándose más todavía», se lamentaba ayer uno de los residentes, que de madrugada asistía desde su ventana por la imposibilidad de dormir. «Con este ruido es imposible», dijo.

Fuentes de la Policía Local no precisaron si se había puesto alguna denuncia, aunque para los agentes esta zona es una de las habituales en cuanto a las llamadas de protesta. Una plataforma vecinal, señalaron otras fuentes, intentó en vano hace años que se declarase como Zona Acústicamente Saturada, para ver si así podía bajar el nivel de contaminación acústica.

La entidad vecinal intentó hace años una declaración de zona acústicamente saturada para reducir los horarios de los locales

«Se juntaron más, la policía se marchó y empezó todo de nuevo, incluso con algunos que llevaban carritos de supermercado llenos de bebidas y las ofrecían», subrayaron. Hay que recordar que Valencia encabeza cada día el listado de brotes de Covid-19 y que en su inmensa mayoría son de origen social.

«El problema se extiende por la mañana, cuando antes de que pasen los servicios de limpieza toda la calle está llena de basura», inciden. Es más, la concentración de personas supone que muchos patios y accesos a garajes acaben convertidos en improvisadas letrinas. «El mal olor es insoportable», añaden.

La asociación de vecinos del cercano barrio de San José fue la primera entidad en Valencia en conseguir una reducción de los horarios de los locales de ocio, dado que en la zona se había producido una concentración extraordinaria, donde prácticamente todas las plantas bajas estaban dedicadas a la hostelería. La plaza Honduras recogió parte de esos negocios y también resultó afectada por el desalojo del campus de Tarongers como el lugar principal de botellón en Valencia.

Esto acabó con el vallado de todo el recinto a cargo de la Universitat de València después de una compleja tramitación por parte del Ayuntamiento, al afectar a calles catalogadas como vías públicas.

Benimaclet, en primer lugar

Las fiestas que se celebran en la plaza de Honduras todavía quedan alejadas por fortuna para los vecinos de lo que ocurre en el bario de Benimaclet. La Policía Local ha realizado intervenciones donde las sanciones se cuentan por decenas. Los residentes han pedido también el vallado de los solares, especialmente la parte de la calle Mistral próxima a la ronda norte y el entorno de la alquería Serra y los restos de una factoría de leche, junto a la V-21.

De momento no se ha realizado ningún paso para esto por parte del Ayuntamiento. En una de las fiestas se contabilizaron 300 personas, pese a las prohibiciones reunión en Valencia de más de diez, que precisamente se prorrogó la semana pasada durante dos más ante el incremento de casos de coronavirus.

De cara al inicio del curso universitario, el botellón crecerá aún más en Valencia. «En verano suele bajar, pero este año por todo lo que está pasando hemos tenido un mes de agosto muy movido», se lamentan en la plaza Honduras, un jardín enorme que alberga cada madrugada a decenas de personas.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El botellón coge impulso en Valencia

El botellón coge impulso en Valencia