Baño ilegal un año más en las fuentes del Parque Central
Decenas de personas vuelven a emplear los estanques de la zona verde pese a que el Ayuntamiento lo prohíbe
Marion observa a sus hijos jugar entre los chorros del Parque Central. «No corran, no corran», les grita, con el acento de los valencianos ... que nacieron en otra parte bailándole en la voz. Su obsesión es que no se tropiecen y se caigan, o se resbalen, porque los niños hacen cabriolas por los bancos de piedra, terminados en ángulos rectos. Pero el peligro podría estar en el agua en la que se refrescan, porque el baño en el Parque Central está prohibido por el Ayuntamiento. Hay muchos carteles en la zona verde que lo atestiguan, pero son muchos más los valencianos que deciden refrescarse en los estanques y fuentes del parque, pese a la prohibición.
Cabe recordar que ya en 2023 hubo que cerrar el parque después de que casi dos decenas de niños sufrieran una afección gastrointestinal que tenía como síntoma principal una diarrea acuosa. Todo parecía indicar que el contagio estuvo relacionado con el acceso indebido a las láminas de agua y las fuentes por parte de los niños como zonas de baño y refresco. Esas aguas no están tratadas y no son aptas ni para el baño ni para el consumo humano, tal como recuerdan fuentes de la concejalía de Parques y Jardines. Hubo que cerrar el parque entero y vaciar todos los estanques y las fuentes del mismo. Tras tres días, se reabrió al público.
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Baño incontrolado en el lago del Ágora
La ola de calor que ha sufrido la ciudad estos días, con temperaturas superiores a los 40 grados, ha hecho que muchos vecinos de Ruzafa o de Malilla hayan optado por acudir al Parque Central y refrescarse en la lámina de agua más cercana a la calle Filipinas o en los estanques que hay distribuidos por el mismo. Este martes por la mañana, Marion vigilaba a sus hijos. «No sabía que estaba prohibido, pero no creo que sea tan peligroso, no creo que nadie se vaya a poner muy enfermo, ¿no?», preguntaba cuando LAS PROVINCIAS se le acercaba para cuestionar sobre por qué permitía que sus hijos se bañaran ahí. Un poco más allá, Carlos jugaba con sus dos hijos pequeños entre los chorros. «La playa nos pilla muy lejos y no quiero coger el bus porque funciona mal. Además, no hay piscinas cerca, algo tendremos que hacer con los nanos», lamentaba Carlos. Es cierto que no hay piscinas en la cercanía, pero por las grandes vías pasan los autobuses que llevan a las playas y en Reino de Valencia se puede coger el metro para acercarse hasta el Marítimo.
Otros episodios
No es el único episodio de baño indebido que se ha vivido este verano en Valencia, que ha sufrido uno de los estíos más cálidos que se recuerdan. En el lago del Ágora, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, son muchos los turistas que aprovechan para refrescarse y pasear descalzos por la lámina de agua, que tampoco está clorada ni tratada de ninguna forma. Los más pequeños, incluso, se bañan de cuerpo entero, lo que es más complicado cuanto más creces, claramente. De nuevo, se trata de un lago donde bañarse está prohibido, así como en el resto de zonas verdes de Valencia.
También ha habido episodios puntuales de baño en el Parque de Malilla y en pequeñas fuentes situadas en el entorno de la Estación del Norte e incluso en la plaza de la Virgen, donde la fuente del Turia ha sido visitada, de madrugada, por turistas han decidido refrescarse en una de las fuentes más importantes de la ciudad.
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