La arqueóloga de la plaza de la Reina denuncia que no pudo investigar todos los restos

A lo largo de 716 páginas se describen los pormenores del proyecto, aunque el primer párrafo de las conclusiones puede considerarse definitivo: «Las excavaciones y seguimiento arqueológico no se han realizado en extensión en ningún área de la plaza, sólo se han ejecutado las catas y zanjas necesarias para la instalación de las infraestructuras de las obras, plantación de arbolado, instalación de contenedores soterrados y rebajes en aceras y calzada para las nuevas pavimentaciones de la plaza, con medidas y profundidad marcadas por las obras».

Al hilo de esto, la portavoz del Grupo Municipal Popular, María José Catalá, aseguró que esto «sitúa la pelota ahora en el tejado del Ayuntamiento y de la Conselleria de Cultura», para criticar que de los 131 metros cuadrados de excavación contemplados en el proyecto arqueológico, únicamente se ejecutaron 20, en la parte más próxima al Micalet. En la memoria se indica que los resultados «son muy parciales, no documentándose ninguna estructura completa, ya que todas continuaban fuera de las zanjas».

Uno de los motivos, sigue el documento es que recuerda que «tres de los cuatro sondeos de investigación a realizar, han sido anulados del proyecto, por lo que no se ha podido realizar la investigación arqueológica de localización de la muralla romana republicana y la documentación de la estratigrafía existente hasta niveles estériles».

En cuanto a las zanjas abiertas junto a la Catedral para una canalización de Iberdrola, se habla de que «no se ha podido ejecutar ni una mínima excavación arqueológica para ver los límites y planta de esta estructura». Catalá lamentó la orden dada para hormigonar los restos de época tardorromana descubiertos con ocasión de la apertura de unas zanjas junto a la fachada de la Seo, unas obras externas a las de la propia peatonalización de la Reina. «Esta decisión fue en contra del criterio de la Dirección Técnica Arqueológica, que propuso realizar nuevas catas de investigación en la zona norte de la plaza, a la vista de la relevancia de los citados vestigios».

A su juicio, se trata de una «muestra más de la insensibilidad, cuando no directamente desprecio, de la actual Corporación municipal hacia el patrimonio arqueológico de nuestra ciudad. No tiene sentido que, desde el Ayuntamiento, se imponga a los particulares las máximas cautelas ante actuaciones similares en el centro histórico para luego el equipo de gobierno reducir para sí este umbral de exigencia. La aplicación de las normas debe ser igual para todos y el equipo de gobierno mostrar un mayor celo en la preservación de nuestro patrimonio», afirmó.

Catalá recordó las declaraciones del alcalde Ribó el pasado día 5, desaconsejando volver a abrir a corto plazo nuevas zanjas en la plaza de la Reina para el estudio y la puesta en valor de los citados restos. Exigió que se encargue la redacción de un nuevo proyecto de intervención, en cumplimiento de la moción conjunta del 23 de febrero de las concejalías de Movilidad y de Patrimonio Histórico. Los populares han preguntado al pleno si se ha encargado ya dicho proyecto.

«Los restos más antiguos que hemos podido documentar corresponden con la época republicana, se trata de un pequeño hornito y fosas con materiales de esta época, localizados al sur de la plaza (Esto es debido a la mayor profundidad alcanzada en las excavaciones arqueológicas realizadas, -2,40 m). En época romana republicana (138-75 a.C) la actual plaza de la Reina se encontraba rodeada de canales fluviales que facilitaban la defensa». añade la memoria.