El puerto de Valencia, otra vez principal vía de entrada de cocaína en España

Prueba de ello son los 3.400 kilogramos que se incautaron en el puerto de Valencia este mes de diciembre. La droga estaba escondida en contenedores de doble fondo secretos y que más tarde se enviaron a una nave industrial en XIrivella. Los dejaron abandonados durante 30 días. Cuando fueron a recogerlos, la Policía detuvo a las 13 personas implicadas en la trama. En lo que va de 2023, ya se han incautado un total de 12 toneladas.

El año pasado ya se incautó la mayor cantidad de droga que ha llegado al puerto valenciano: 5,6 toneladas de cocaína. En este caso, los narcotraficantes emplearon una técnica novedosa: emparedar los estupefacientes en los muros de los contenedores de mercancías.

Para sacar la cocaína de los contenedores, las bandas de narcotráfico captan a trabajadores portuarios. Algunos de ellos comienzan a formar parte del grupo delictivo desde el primer rescate, como llaman a la acción de extraer la droga del contenedor, y son los encargados de forzar la puerta y cambiar el precinto metálico. Aun así, en 2022 se intervinieron 11 toneladas y media. Una cantidad ligeramente inferior a la actual.

Rosa Ana Morán la fiscal Antidroga ya señaló al puerto de la capital valenciana como uno de los 'puntos calientes' para el tráfico de drogas. Como declaró la fiscal para este periódico, el puerto de Valencia es una de las mayores puertas de entradas de estupefacientes. «Es el primer puerto del mediterráneo. Llega mucha droga porque tiene mucho tráfico. Pero, afortunadamente, aún no hemos alcanzado los niveles de Amberes y Rotterdam», declaró Rosa Ana Morán. Aunque después de estos puertos se encuentran los de Valencia y Algeciras, posicionados en el ránking «según el año».

Los criminales tratan de camuflar la droga de todas las maneras posibles. El pasado mes de junio, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria intervino un alijo de 117 kilogramos de cocaína al inspeccionar los contenedores que llegaron al puerto.

Los delincuentes emplearon la llamada técnica del 'gancho perdido' o 'rip off'. Consiste en esconder la cocaína en un contenedor con mercancía legal en el país de origen, sin el conocimiento del exportador ni del importador, para luego retirar la droga en el puerto de destino antes de que el cargamento llegue al final de la ruta.

El 'modus operandi' de estos delincuentes suele estar muy marcado. Actúan principalmente de noche. Cargan con una cizalla para lograr extraer la droga. Los trabajadores portuarios que acceden a trabajar junto a estos criminales pueden cobrar entre 10.000 y 30.000 euros por cada rescate de cocaína. Encuentran lugares para esconderse entre la gran multitud de contenedores que llegan al puerto de Valencia. Además, la falta de cámaras de seguridad hace que su labor sea mucho más sencilla.

Rosa Ana Morán, fiscal Antidroga, lo sabe. «Sin colaboración de dentro del puerto es muy difícil meter la droga. Esto está muy ligado a la corrupción, que no siempre es pública. Puede ser de agentes, de aduaneros... Pero también de los trabajadores de las empresas que operan en el recinto», declaró.

Ante esta problemática, la fiscal instó a la necesidad de hacer un trabajo de «coordinación y colaboración y exigir a las empresas medidas de vigilancia». En este sentido, Morán habló de la importancia de «repensar las competencias, pero el criterio de actuación debería ser internacional». Sin embargo, y hasta que sea posible lograrlo, la fiscal Antidroga apuesta por «crear jurisdicciones especiales regionales como ha hecho Francia».