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La entrada del pueblo conquense de Huerta del Marquesado. LP
Un pueblo de Cuenca, el refugio del bloguero de educación infantil condenado por pederastia

Un pueblo de Cuenca, el refugio del bloguero de educación infantil condenado por pederastia

Los once niños que residen en la localidad tienen prohibido acercarse a la casa del agresor sexual | Las familias de las víctimas del pedófilo piden que les informen de sus salidas de prisión

Javier Martínez

Valencia

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Martes, 3 de noviembre 2020, 23:54

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Un secreto a voces perturba el sosiego en un pueblo de Cuenca. Los niños tienen prohibido acercarse a una casa de la calle de la Iglesia. Allí reside algunos días festivos y fines de semana el llamado bloguero pederasta, Juan R. P., de 29 años, más conocido como Juanri. Los vecinos de Huerta del Marquesado lo consideran un indeseable, un indigno, una «persona non grata», pero no le niegan el saludo, hablan con él de cosas banales y lo vigilan cuando sale de la vivienda de su abuelo, entra en el bar o pasea por los montes cercanos.

Tras ser condenado en 2018 a siete años de prisión por abusar sexualmente de un menor y producir pornografía infantil, el pedófilo empezó a disfrutar de permisos penitenciarios en 2019 tras empadronarse en esta pequeña localidad conquense con cerca de 150 habitantes.

«No hay ningún vecino en el pueblo que no sepa lo que hizo Juanri. Él es un indeseable pero su abuelo y sus padres son buena gente y no nos queda otra que aguantarlo», afirma José con resignación. El lugareño se refiere a los abusos sexuales continuados que cometió Juanri en el verano de 2014 en una pedanía de Valencia. La víctima tenia nueve años y el pederasta le daba clases particulares de refuerzo escolar.

El pederasta Juan R.
El pederasta Juan R. LP

Según reconoció en una sentencia de conformidad, el pedófilo se llevaba al menor a su casa para realizarle tocamientos, besarle y pedirle que le hiciera felaciones. El niño aún sufre secuelas psíquicas por aquellos hechos. Juanri publicaba artículos sobre los recursos educativos en su blog y perfil de Facebook, contactaba con colegios y de esta forma se acercaba a niñas, e incluso las fotografiaba en ropa interior cuando se quedaba a solas con ellos. La Guardia Civil intervino al pederasta 15 vídeos en los que varias menores son objeto de penetraciones vaginales, anales y bucales.

Eludió una larga condena

El fiscal pidió 20 años de prisión para Juanri, aunque rebajó su petición de condena ante la posibilidad de que la defensa planteara en el juicio la ilicitud en la obtención de una prueba: un 'hacker' encontró un vídeo con los abusos sexuales a un niño que posibilitaron la detención del pedófilo.

El acuerdo alcanzado por las partes permitió a Juanri obtener permisos penitenciarios meses después de ser condenado, ya que estaba en prisión provisional desde junio de 2016. Las familias de la víctimas se enteraron y pidieron explicaciones a la Audiencia de Valencia. Querían conocer las resoluciones judiciales y penitenciarias que habían permitido la libertad del penado, y pidieron también que les informaran de todas las salidas de prisión del pederasta hasta que cumpla su condena.

«Nos pidieron los teléfonos y correos electrónicos para avisarnos con antelación cuando saliera de la cárcel, pero no lo han hecho. La justicia está fallando en este caso y hay un alto riesgo de que este individuo vuelva a abusar de un niño», afirma con indignación la madre de una de las víctimas.

Mientras Juanri disfruta de sus permisos penitenciarios, los vecinos de Huerta del Marquesado se han convertido en el mejor aliado de la Guardia Civil para hacer cumplir los diez años de libertad vigilada que fija la sentencia. «Al principio lo veíamos más en la zona wifi de la plaza. Ahora sale menos. Los padres de los once niños de pueblo están avisados ya de que hay un lobo con piel de cordero en el pueblo», afirma el exalcalde.

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