La red de narcotráfico controlaba puestos clave del Centro Portuario de Empleo de Valencia

El registro de las oficinas de los estibadores duró varios horas y los agentes antidroga se llevaron varias cajas con documentos de contratos, informes médicos y dispositivos informáticos para analizarlos con detenimiento en dependencias policiales.

Dos funcionarios de la Inspección de Trabajo también participaron en el registro tras haber recibido una denuncias por presuntas irregularidades en la contratación de algunos estibadores. Entre los detenidos en la macrooperación antidroga se encuentran los cabecillas B. M. e I. T., conocidos por los investigadores por otras operaciones anteriores.

También fueron arrestados varios líderes sindicales, como O. M., expresidente del comité de empresa en representación de Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), el principal sindicato de los estibadores; K. A., coordinador en la Comunitat Valenciana de la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios (CEEP); A. G., líder nacional del sindicato Coordinadora; E. M., presidente de comité de empresa del Centro Portuario de Empleo; y A. G., responsable de formación laboral.

El Centro Portuario de Empleo de Valencia es el sucesor de la antigua Sociedad de Estiba y Desestiba que gestionaba la asignación de trabajadores para la carga y descarga de mercancías en el puerto. El cambio de nombre responde a la reforma legislativa que introdujo una nueva forma de gestión.

Según las investigaciones de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional, el crimen organizado controla numerosos puestos clave del puerto de Valencia desde hace tiempo tras pagar grandes cantidades de dinero a trabajadores portuarios, que no dudaban en cometer delitos para resolver cualquier incidencia.

La organización delictiva desarticulada tenía una estructura tipo cártel con diferentes grupos que compartían recursos y más de una decena de estibadores corruptos. Los agentes de la UDYCO sospechan que los dirigentes sindicales detenidos controlaban incluso los exámenes de acceso a los puestos de trabajo, y para ello habrían corrompido a administradores desleales y a altos cargos de algunas terminales de contenedores.

Los investigadores también constataron que tenían influencia en los resultados de los test antidroga y los documentos relativos a la contratación, y además disponían de información restringida antes de su publicación. La mayoría de los detenidos son españoles, aunque también hay varios albaneses, un cubano, un venezolano y un colombiano.

Gracias a las informaciones obtenidas por los policías encubiertos, la UDYCO pudo conocer y desmantelar parte de la logística de la trama corrupta del puerto e identificar también a los miembros más activos de la organización criminal. Aunque varios de los cabecillas lograron detectar las investigaciones encubiertas de la Policía, los agentes antidroga ya habían obtenido suficientes pruebas para detener a la mayoría de los implicados.

Los estibadores, representantes aduaneros y transportistas detenidos eran eslabones de la cadena logística del puerto, pero también formaban parte de un entramado delictivo que sacaba alijos de cocaína de los contenedores por encargo de los narcotraficantes, según las investigaciones.

La operación fue bautizada como 'Spider' tanto por la telaraña en la que estaban interrelacionados los diferentes grupos de traficantes y miembros de este cártel, entre estibadores, empresarios, aduaneros y transportistas, así como por los rescatadores encargados de recuperar la droga, en la mayoría de los casos introducida mediante el método de gancho ciego o gancho perdido.

Este procedimiento delictivo consiste en ocultar la cocaína en un contenedor con mercancía legal en el país de origen, sin el conocimiento del exportador ni del importador, para luego retirar la cocaína en el puerto de destino antes de que el cargamento llegue al final de la ruta.

Los primeros detenidos por la macrooperación ‘Spider’ fueron trasladados este miércoles en grupos de cinco al Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, encargado de la causa, donde les notificaron la imputación de diferentes delitos y la prórroga de 24 horas de su detención.

En las investigaciones, que comenzaron en abril de 2024, participaron ocho agentes encubiertos, encargados de desenmarañar una trama que introducía toneladas de cocaína a través del puerto de Valencia. Los narcos utilizaban una maquinaria de manzanas podridas en la que había estibadores, aduaneros, líderes sindicales, transportistas y un capitán de la Guardia Civil, Jesús Fernández Bolaño, en prisión provisional desde diciembre de 2024.

El magistrado Vicente Ríos Segarra ha levantado el secreto de sumario, y dada la cantidad de tomos en los que se detalla el funcionamiento de la organización criminal, con vínculos con otros grupos internacionales como el cártel de los Balcanes, los letrados solicitaron más tiempo para leer las diligencias y conocer las pruebas que hay contra ellos. De ahí que finalmente el juez haya prorrogado 24 horas la detención de los implicados. Uno de ellos se entregó a la Policía cuando se enteró de que estaba siendo investigado.

En la primera tanda de detenidos puestos a disposición judicial hay 44 investigados, todos ellos arrestados el pasado lunes en una macrooperación que adelantó LAS PROVINCIAS. El médico del Centro Portuario de Empleo también se encuentra entre los detenidos, aunque fue puesto en libertad tras ser interrogado por la Policía.