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Javier Martínez
Valencia
Martes, 27 de mayo 2025, 11:09
Otra manada en el banquillo de los acusados, y una menor violada por una quincena de individuos, aunque solo cinco de los agresores han sido procesados. Un tribunal de la Audiencia Provincial de Valencia comenzó a juzgar este martes a cuatro jóvenes búlgaros por la agresión sexual en grupo que sufrió una adolescente de 14 años en una fiesta de cumpleaños en 2020 en la comarca de la Vall d'Albaida. El quinto inculpado ya fue condenado por un juez de menores a dos años de libertad vigilada tras un juicio con sentencia de conformidad.
Tres de los miembros de la pandilla están acusados de violar a la víctima, y el cuarto individuo fue procesado por un delito de corrupción de menores cometido respecto a la misma niña. El juicio se inició con la declaración del guardia civil que dirigió la investigación y tomó declaración a la menor y a varios de los detenidos.
El sargento especialista en Policía Judicial manifestó que todos los asistentes a la fiesta sabían que la víctima era menor, y afirmó también que cree que los procesados pudieron planificar incluso la agresión sexual tras ofrecer bebidas alcohólicas a la adolescente.
Cuando el abogado de la víctima le preguntó cuántas personas mantuvieron relaciones sexuales con la menor, el sargento de la Guardia Civil respondió: «Al menos quince porque detuvimos a diez, y luego había dos menores y varios más que solo teníamos los nombres de pila y no pudimos identificar».
El investigador se refirió a los acusados como los «maestros de ceremonia» que influyeron en los restantes miembros de la manada, y explicó también que hicieron cola detrás de un muro para agredir sexualmente a la menor, según las declaraciones de los testigos.
Con respecto a la víctima, el sargento de la Guardia Civil dijo que no tenía un grado de madurez suficiente, y que ella sospechaba que le habían puesto algo en la bebida. La menor tenía miedo y no quería que más gente se enterase de lo que había sucedido, y por este motivo tardó tres días en denunciar la violación en grupo.
Los hechos se produjeron hace cuatro años y medio, en la madrugada del 27 de septiembre de 2020, en un paraje de un municipio de la comarca de la Vall d'Albaida. La víctima, que ahora tiene 19 años, residía entonces en un pueblo cercano, cuyo nombre omitimos para preservar su intimidad.
La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia tiene previsto juzgar a los cuatro individuos en seis sesiones. La Fiscalía solicita 24 años de prisión para uno de los acusados por dos delitos de abuso sexual a una menor de 16 años, y para cada uno de los otros dos procesados pide 12 años de cárcel por un delito de abuso sexual. El cuarto encausado se enfrenta a una pena de cinco años de prisión por un delito de corrupción de menores.
La Guardia Civil detuvo por estos hechos a una decena de jóvenes, entre ellos dos menores de edad, acusados de participar en la agresión sexual, pero solo fueron procesados cuatro. La víctima denunció ante la Guardia Civil que una quincena de jóvenes habrían participado en los hechos, y en el juicio declaró que se fueron turnando para forzarla (sexo oral y penetraciones) mientras ella «no tenía fuerzas» para gritar ni pedir ayuda.
La presidenta del tribunal pidió a todas las partes que trataran a la víctima con respeto en el interrogatorio, y a la joven le dijo: «Te vamos a hacer pasar un mal rato por tener que recordar los hechos, pero es necesario».
Detrás de una mampara, la joven identificó a los inculpados y manifestó que no era consciente de lo que hizo aquella noche por el estado de embriaguez que presentaba. También explicó que no quería denunciar por «miedo al qué dirían» de ella, porque su pueblo «es pequeño y la gente habla mucho».
La víctima necesitó tratamiento psicológico tras sufrir la violación, y lloró varias veces durante su declaración en el juicio cuando recordó los hechos. La joven afirmó que los acusados debían saber que era menor de edad, aunque ella no lo dijo «directamente». Uno de ellos porque era novio de una amiga suya de su misma edad, otro porque iban juntos al mismo instituto y los otros dos debían saberlo por su apariencia física.
La joven admitió que la primera relación sexual que mantuvo en la parte trasera de un coche con uno de los procesados sí que fue consentida, pero luego empezó a bailar con otros dos jóvenes y fueron detrás de un muro, el lugar donde tuvo lugar la violación grupal.
También recordó que los agresores hablaban en búlgaro entre ellos, por lo que ella no entendía lo que decían, y que vio un destello producido, al parecer, por el «flash» de un teléfono móvil, por lo que pensó que uno de ellos había grabado la violación.
Una amiga de la víctima manifestó ante el tribunal que vio «a muchas personas» cuando la rodeaban, y que se acercó al grupo para intentar ayudarla, pero no lo hizo porque su novio le dijo que se marcharan para protegerla a ella. La joven explicó que la víctima se tambaleaba y había que cogerla para evitar que cayera al suelo, porque había bebido mucho alcohol.
Según el Ministerio Fiscal y el abogado Juan Molpeceres, que representa a la víctima, dos de los inculpados se aprovecharon de que la menor tenía gravemente disminuidas sus facultades volitivas por el consumo de alcohol, y la llevaron a una zona apartada detrás de un muro para someterla a diferentes prácticas sexuales.
Uno de ellos le bajó los pantalones y ambos agredieron sexualmente a la menor «ante la mirada de los otros asistentes que habían formado un corro, siendo penetrada la menor, presuntamente, por varios de ellos, dado que iban entrando y saliendo de dos en dos y poniéndose en la fila», según el escrito de acusación del Ministerio Público.
Durante la celebración del cumpleaños, la menor consumió varios combinados de ginebra con refresco que le proporcionó, presuntamente, uno de los procesados a pesar de que conocía su edad. La agresión sexual en grupo duró una hora y media, según los testigos. La víctima pidió a uno de los acusados que la llevara a casa de su abuela en coche sobre las cinco de la madrugada. El joven le puso como condición que le hiciera una felación, pero la menor se negó.
Poco después, cuando la niña estaba ya en su domicilio de su abuela, recibió un mensaje de uno de los dos individuos que habían participado en los primeros abusos sexuales, quien le propuso hacer un trío con otro joven. La menor accedió a mantener relaciones sexuales con el primer chico en una vivienda, pero luego llegó el segundo y «se unió» sin el consentimiento de la víctima, según su declaración.
Tras admitir el tribunal la petición de los inculpados de declarar el último día, el juicio está previsto que finalice el día 3 de junio con las conclusiones e informes de las cuatro defensas y las dos acusaciones.
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