Los dueños del hinchable de Mislata y el ingeniero técnico, imputados por dos muertes
La jueza cita a los tres responsables tras el fallecimiento de las niñas Vera y Cayetana y abre causa por homicidio imprudente y lesiones
Las familias de Vera y Cayetana viven un infierno cada día. Cada jornada es una lucha por seguir adelante. «Estos 100 días están siendo ... eternos», apunta uno de los progenitores. Quieren permanecer en un segundo plano. Dejar actuar a la Justicia. Pero el suplicio de perder a una hija les persigue cada día. «Es lo peor que te puede pasar en la vida». Y algo más de un centenar de días después de aquel fatídico 4 de enero, la investigación del juzgado de primera instancia e instrución número cuatro de Mislata da un paso decisivo para esclarecer qué pasó para que aquel letal castillo hinchable volara por los aires, segara la vida de las dos pequeñas y causara lesiones a otros siete menores que jugaban la víspera de la mágina noche de Reyes.
La jueza ha acordado citar como investigados al propietario de la atracción y a otro responsable de la misma. En concreto al dueño del castillo y a su suegro. La misma condición de imputado para el ingeniero técnico de Elche que firmó los certificados de la instalación de esa atracción ferial, pese a que jamás estuvo presente en Mislata los días en los que estampó su rúbrica en los documentos. Así lo han comprobados los investigadores del grupo de Homicidios de la Policía Nacional tras rastrear la triangulación de su teléfono móvil. Este jamás se movió de Alicante en las fechas en las que dice que comprobó las sujecciones del castillo y las otras 23 atracciones.
Padres y testigos
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia en un comunicado, la magistrada ha abierto inicialmente unas diligencias previas por dos delitos de homicidio por imprudencia y siete de lesiones por imprudencia. Los tres investigados declararán el próximo 9 de junio en calidad de investigados ante la magistrada de Mislata.
La jueza también llama a declarar a los padres de las víctimas, tanto de las niñas fallecidas como de los demás niños heridos, a fin de realizarles el correspondiente ofrecimiento de acciones.
El juzgado ha ordenado igualmente la práctica de otras diligencias. Una de ellas es tomar declaración como testigos a diversos ciudadanos que presenciaron cómo una ráfaga el viento levantaba el castillo hinchable y provocaba que los niños que jugaban en él salieran despedidos. En su comparecencia ante la Policía Nacional ya señalaron que uno de los laterales de la atracción no estaba bien sujeto. La magistrada interrogará además a los agentes de la Policía Nacional que han intervenido en la investigación del suceso.
El cerco sobre el ingeniero técnico que debía revisar la instalación del castillo hinchable y de las otras 23 atracciones que conformaban el recinto ferial de Mislata comenzó a cerrarse con la indagación del posicionamiento del teléfono móvil.
Los testigos señalan el defectuoso enganche del castillo en uno de los laterales, el que se levantó con el golpe de viento
El informe del Grupo de Homicidios constata que el ingeniero técnico podría haber mentido en su declaración, ya que los posicionamientos de su teléfono móvil lo sitúan en Elche, ciudad donde tiene su despacho, el día que él asegura que se desplazó a Mislata para inspeccionar el recinto ferial y expedir los documentos necesarios para su apertura.
Ante la posibilidad de que se hubiera equivocado de fecha, los investigadores también han revisado las llamadas y posicionamientos de su teléfono móvil en los días anteriores y posteriores, concretamente entre las 8:00 horas del 2 de enero y las 23:59 horas del 9 de enero, para precisar la fecha de su desplazamiento a Mislata.Según el informe policial, el ingeniero técnico industrial no viajó a Valencia hasta el 7 de enero 2022, tres días después del fatídico accidente, cuando los investigadores le tomaron declaración en la Jefatura Superior de Policía de Valencia.
Mala sujeción
Las supuestas infracciones en la sujección del castillo cometidas por el dueño del hinchable y su suegro han sido apuntados durante la investigación policial por varios testigos. Estos aseguraron cómo la atracción estaba sujeta de uno de los costados a la valla de una cama hinchable que se encontraba al lado. Las otras cinchas se hallaban enganchadas a árboles y farolas. Sin embargo, el otro costado (justo el que se levantó al soplar una fuerte ráfaga de aire) no tenía sujeción alguna. Así lo atestiguaron varios padres, testigos y visitantes de la feria, que certificaron que de haber cables o cuerdas en ese punto, no habrían podido pasar por ahí sin quedarse enganchados.
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