Borrar
Un policía entra en la clínica con una caja.

Ver 16 fotos

Un policía entra en la clínica con una caja. Iván Arlandis

La Policía y Sanidad registran la clínica dental de Alzira donde anestesiaron a la niña fallecida

Los investigadores del Grupo de Homicidios sospechan que el anestesista administró una dosis excesiva a la dos niñas | Los agentes se incautan de sustancias utilizadas para la sedación intravenosa y documentación relacionada con la trazabilidad de los fármacos

Javier Martínez y Manuel García

Valencia | Alzira

Miércoles, 26 de noviembre 2025, 11:01

Comenta

La Policía Nacional registró durante cuatro horas la clínica Mireia, el centro de odontología pediátrica donde anestesiaron a una niña de seis años, que falleció horas después el Hospital de la Ribera, y otra menor que continúa ingresada en el Clínico. Posteriormente, y hasta minutos después de las cinco y media de la tarde, miembros de la Conselleria de Sanidad abandonaron las instalaciones tras mantener una conversación con la propietaria de la clínica. En total, por tanto, fueron algo más de seis horas y media lo que se prolongaron ambas pesquisas: la de la Policía Nacional y la de Sanidad.

Un grupo de policías de paisano entraron este miércoles en la clínica, con la correspondiente orden de registro, para confiscar las sustancias que administraban para la sedación de los pacientes, así como documentación relacionada con los fármacos y tratamientos. Uno de los agentes llevaba una caja grande de cartón.

La propietaria de la clínica llegó pocos minutos después de las diez de la mañana y esperó dentro a la Policía, la secretaria del juzgado y un inspector de la Conselleria de Sanidad. El registro, que comenzó a las once de la mañana, fue muy minucioso y los investigadores incluso miraron debajo de los bancos de la sala de espera. Veinte minutos después entraron dos agentes de la Policía Científica, uno de ellos con un maletín en la mano. El otro llevaba una cámara fotográfica. Las entradas y salidas del centro médico por parte de los agentes eran continuas.

Dos policías sacaron varias valijas y las introdujeron en un vehículo mientras otros agentes seguían inspeccionando el centro de odontología pediátrica. Cinco personas más se unieron al registro a las once y media de la mañana tras mostrar una acreditación de la Generalitat Valenciana.

Los últimos policías comenzaron a salir de la clínica sobre las 15 horas tras finalizar la inspección del establecimiento en la calle Hort dels Frares de Alzira. Uno de ellos portaba la caja de cartón con los fármacos y documentos intervenidos.

Minutos después de las cinco de la tarde y tras varias horas en su establecimiento, han salido del mismo los miembros de la Conselleria de Sanidad, la propietaria de la clínica y su marido. Todos ellos han abandonado las instalaciones con celeridad y sin querer responder a los medios de comunicación. LAS PROVINCIAS ha pulsado la opinión de la propietaria quien, en esta ocasión, se ha mantenido en silencio y sin querer pronunciarse sobre esta cuestión. Los propietarios de la clínica han cerrado la puerta de la misma, que seguirá cerrada «por causa de fuerza mayor», como reza el cartel que sigue luciendo en su entrada principal.

A primera hora de la mañana aún seguían acudiendo clientes con cita para ser atendidos en la clínica dental. «Habíamos oído la noticia, pero no sabíamos que había sido aquí», manifestó un anciano. Mientras tanto, otra mujer paraba frente al centro dental privado para leer el cartel que la directora colocó en la puerta: «por fuerza mayor permaneceremos cerrados temporalmente».

Como ya informó LAS PROVINCIAS, la Policía investiga si el anestesista administró una dosis excesiva a dos niñas (una falleció y la otra sigue hospitalizada), así como la trazabilidad de la sustancia anestésica. Los agentes del Grupo de Homicidios y un experto en medicamentos tratan de determinar la calidad y origen del fármaco con un rastreo de la cadena de suministro, y también el estado de conservación del mismo.

Sin embargo, la principal línea de investigación es que la niña falleció después de que le administraran una dosis excesiva de un fármaco anestésico en un centro privado que no tiene permiso para realizar sedaciones por vía intravenosa.

Como ya informó en exclusiva LAS PROVINCIAS, el anestesista fue interrogado el sábado por agentes del Grupo de Homicidios poco después de que acudiera con su abogado a una reunión con técnicos del Servicio de Inspección de Servicios Sanitarios, un organismo que vela por el cumplimiento de la normativa sanitaria en los centros y servicios de la Comunitat Valenciana.

Tras esta reunión, los investigadores de la Policía trasladaron al especialista a dependencias policiales para tomarle declaración, y los técnicos de la Conselleria de Sanidad comenzaron a elaborar un informe para remitirlo lo antes posible al juez de Alzira que investiga la muerte de la niña.

Antes de que fuera interrogado, el anestesista estuvo varias horas en paradero desconocido, por lo que la Conselleria de Sanidad pidió a la Policía que lo localizara. Estaba muy apenado por su responsabilidad en el trágico suceso. La Policía también tomo declaración a la directora y propietaria de la clínica.

Una jueza de Alzira ha abierto diligencias previas de investigación para esclarecer las causas de la muerte de la menor y de la grave intoxicación de otra niña de cuatro años. La magistrada está esperando los resultados de los análisis de las muestras remitidas al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona, ya que los forenses que realizaron la autopsia no han podido determinar la causa del fallecimiento.

Riesgo de la sedaciones

Las sedaciones con fármacos anestésicos generales son procedimientos con riesgos graves, incluso vitales, y deben ser realizadas exclusivamente por médicos especialistas en anestesiología.

La clínica Mireia está especializada en odontología pediátrica, y sus profesionales diagnostican y tratan enfermedades dentales infantiles, pero no tienen autorización para realizar sedaciones por vía intravenosa.

Según la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor, en los últimos años se están autorizando sedaciones profundas con anestésicos generales, como el propofol, que administran profesionales que no son médicos especialistas en anestesiología.

En actualización

Esta es una noticia de última hora y estamos trabajando para ampliar la información. Sigue toda la actualidad en lasprovincias.es

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias La Policía y Sanidad registran la clínica dental de Alzira donde anestesiaron a la niña fallecida