Detenido un expresidiario por la desaparición y muerte del dueño de la casa rural de Bocairent
La Guardia Civil encuentra restos biológicos del sospechoso en el coche utilizado para trasladar el cuerpo de la víctima | El delincuente arrestado fue condenado a 10 años de cárcel por asesinar al dueño de un pub en Muro de Alcoy en 2006
La Guardia Civil ha detenido al expresidiario Antonio C. B. como presunto autor de la muerte del empresario de Bocairent desaparecido el pasado 29 de mayo en extrañas circunstancias. La minuciosa inspección que realizaron los agentes del Servicio de Criminalística en el vehículo y la casa rural de la víctima ha permitido reunir pruebas e indicios sobre lo que parece una muerte violenta, aunque el cadáver todavía no ha sido localizado.
El homicida ha sido arrestado este viernes por guardias civiles del Grupo de Homicidios de Valencia. Tras ser identificado como presunto autor del crimen, varios agentes de paisano lo vigilaban desde hace varios días para impedir que pudiera huir y detenerlo cuando recibieran los resultados de las pruebas de ADN.
Los investigadores de la Guardia Civil sospechan que Enrique G., de 77 años de edad, murió el mismo día de su desaparición, y por eso buscaron su cuerpo incluso en un pozo y otros lugares recónditos. Como ya informó LAS PROVINCIAS, las sospechas de la autoría del crimen recaen desde un principio sobre Antonio C. B., un peligroso delincuente que fue condenado a 10 años de cárcel por asesinar a cuchilladas al dueño de un pub en Muro de Alcoy en 2006.
Según las investigaciones, el expresidiario conducía el coche de la víctima, un Volkswagen Golf, el día de su extraña desaparición, y huyó de una patrulla de la Policía Local de Banyeres cuando le dio el alto por realizar maniobras extrañas en la entrada del pueblo. Este incidente tuvo lugar sobre las 12 horas del pasado 29 de mayo.
El conductor de coche, que no pudo ser identificado en ese momento, se dio a la fuga a gran velocidad en dirección a Bocairent. Los investigadores del Grupo de Homicidios creen que Antonio C. trasladaba el cadáver de Enrique G. en el maletero para ocultarlo en algún lugar, y eso explicaría la conducción temeraria y la huida a gran velocidad.
Durante la inspección de la casa rural San Isidro, los especialistas de la Guardia Civil hallaron salpicaduras de sangre de la víctima por proyección, un indicio de que habría sufrido una agresión. El análisis minucioso de estas manchas reveló información importante sobre la escena del crimen, como la dirección y el ángulo del ataque o la trayectoria del arma blanca.
Además, los agentes del Servicio de Criminalística encontraron restos de sangre de Enrique y vestigios biológicos del expresidiario en el coche utilizado, al parecer, parar trasladar el cadáver. Estas fueron las pruebas definitivas que motivaron la detención del presunto homicida tras el cotejo de los análisis de ADN y sus resultados coincidentes.
El empresario acusaba a Antonio C. de un robo, y por este motivo habían mantenido desavenencias. La Guardia Civil investiga si Enrique murió durante un asalto a su casa rural, que estaba en venta desde hace dos años. La víctima estaba casada y residía en la localidad de Ador en la comarca de la Safor, pero dormía algunas noches en la masía para realizar labores de mantenimiento y mostrarla a posibles compradores.
Tras el crimen, el expresidiario robó el coche de Enrique y trasladó el cuerpo en el maletero para ocultarlo en algún lugar, pero se puso nervioso cuando vio a una patrulla de la Policía Local de Banyeres, realizó maniobras extrañas al volante y huyó a gran velocidad. Esta es la principal hipótesis que barajan los investigadores.
El crimen de Muro de Alcoy
El presunto autor del crimen de Bocairet, Antonio C. B., fue condenado a 10 años de cárcel por asesinar al dueño de un pub en Muro de Alcoy en 2006. Dos años después del crimen, el encausado confesó en el juicio que acuchilló varias veces a la víctima hasta causarle la muerte, y que también sustrajo un bolso y 900 euros que encontró en una caja.
Los hechos sucedieron en la madrugada del 19 de julio de 2006 tras una discusión entre los dos hombres en el interior del pub. El fiscal solicitaba penas de 18 años y medio de prisión, pero la Audiencia Provincial de Alicante le rebajó la pena tras aplicarle las atenuantes de confesión y reparación del daño. Antonio C. B. confesó el crimen al día siguiente de cometerlo y pagó una indemnización de 70.000 euros a la familia de la víctima antes de la celebración del juicio.
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