La defensa del cirujano Senís insiste en su tesis del consumo: «Compró medio kilo de cocaína como el que compra uno de arroz»

El letrado aporta argumentos para defender su tesis. Luis Senís era un profesional de primer nivel. De hecho, había vendido sus clínicas por algo más de ocho millones de euros y mantenía un sueldo mensual de 30.000 euros más bonus por mantenerse al frente de la compañía.

Estos emolumentos trasladan la idea de que no nos encontramos ante un comprador de consumo esporádico o diario. Ese nivel de ingresos le permitía adquirir semejante cantidad de estupefaciente sin asfixias económicas en vez de desplazarse continuamente a casa de sus proveedores, dosis a dosis, como haría un consumidor tipo. De hecho, recuerda que la Policía no registró la vivienda del médico porque entendieron que claramente era un consumidor. Lo que sí ocurrió, por ejemplo, con el de su traficante de referencia.

«Este señor no traficaba con drogas, este señor compraba y consumía drogas», subraya el letrado Emilio Pérez Mora. Como ejemplo de lo incomprensible que resultó la condena de la Audiencia, indica que fue «a comprar medio kilo como quien va a comprar un kilo de arroz al supermercado, así de claro. Suena a chiste, pero no lo es, es la verdad».

No se pueden aplicar los criterios generales de consumo y cantidades a un perfil tan excepcional como el de Senís, con una adicción enorme y un consumo desorbitado, pero con un poderío económico al alcance de pocos, incide su defensa.

Resulta poco creíble que un cirujano multimillonario se dedique a traficar con pequeñas cantidades de droga, siempre según el relato de su representante legal. Es más, no existen testigos que apunten a esa posibilidad ni el ahora condenado cuenta con antecedentes por delitos contra la salud pública. El futuro judicial del conocido médico está ya en manos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat.