Cinco detenidos por el intento de asesinato a tiros de un empresario chino en Alfafar
La Guardia Civil ha arrestado en Madrid al presunto autor material, que ha ingresado en prisión, y al inductor de este crimen pasional
Un triángulo amoroso entre ciudadanos de origen chino está detrás del intento de asesinato de un empresario de Alfafar tiroteado por la espalda, el pasado 18 de abril, cuando se encontraba hablando por teléfono a las puertas del restaurante que regenta en esta localidad de l'Horta. Meses de investigación del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Alfafar han llevado finalmente a la detención en dos municipios de Madrid de cuatro personas, todos ellos varones de nacionalidad china, por su presunta participación –como autor, inductor o cooperadores necesarios– en este crimen pasional por encargo. Asimismo, una mujer ha sido también arrestada en Valencia y puesta en libertad.
La víctima, un conocido empresario chino de 47 años, sobrevivió al ataque tras recibir dos impactos de bala, uno en la zona lumbar y el otro en el muslo izquierdo. Él mismo acudió como pudo al centro de salud del municipio, donde recibió una primera asistencia médica, para después ser evacuado en ambulancia al Hospital La Fe de Valencia. Esquivó a la muerte por centímetros.
Los agentes de la Guardia Civil lograron recuperar el arma presuntamente empleada por el autor de los disparos, una pistola detonadora, modificada para realizar fuego real, del calibre 9 milímetros, en una papelera. Y revisando las grabaciones de las cámaras de video-vigilancia de los establecimientos próximos localizaron imágenes en las que se veía al pistolero en su huida.
Cinco meses de investigaciones permiten establecer la conexión entre los tres sospechosos que se desplazan a Valencia y el inductor
El autor material de los disparos, que portaba gorro de lana, guantes y gafas de sol, huyó antes de que las primeras patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil llegaran al lugar. El agredido apenas pudo dar datos sobre su agresor, ya que solo lo vio unos segundos al girarse, encañonando el arma de fuego y huyendo en sentido contrario. Aunque no pudo ver con claridad su rostro, al ir tapado, manifestó a los agentes que no lo conocía de nada, lo que hizo sospechar a los investigadores de que podría tratarse de un intento de asesinato por encargo.
Comenzaba así una compleja investigación, en la que la Guardia Civil tenía que esclarecer una pregunta clave: ¿Quién quería ver muerto a este empresario del sector de la hostelería, muy conocido y apreciado en la zona? Pronto se descartó que se tratara de un ajuste de cuentas por asuntos turbios. No iban por ahí los tiros, más en un hombre centrado en su trabajo desde el amanecer hasta que anochece.
Una denuncia por amenazas un año anterior, una agresión con un cuchillo de plástico a modo de aviso en octubre de 2024, y un ataque a una prima con un mensaje hacia su persona, dejaba bien claro que alguien quería acabar con su vida, y los dos disparos por la espalda habían sido el último paso en esta escalada violenta.
La propia víctima, que se mostró colaboradora con los investigadores en todo momento, puso nombre –pero no cara– al hombre que podía estar detrás de estos ataques, un compatriota con el que su ex –y madre de dos de sus hijos– le había sido infiel durante el final de su matrimonio.
El detenido que presuntamente encargó el asesinato por celos está en libertad pese al riesgo de que cumpla su amenaza
La Guardia Civil averiguó que esta persona, residente en Madrid, había roto ya con la exmujer del agredido al recriminarle que estuviera teniendo contacto con su ex. Al parecer, pensaba que la historia se repetía y ahora era él el cornudo. Y su mentalidad machista no podía consentirlo.
Pero los investigadores requerían de pruebas para llevarlo ante la justicia, y también debían identificar al autor material de los disparos, captado por una cámara de seguridad de un establecimiento próximo. Establecer su conexión con el presunto inductor del crimen, que estaba en Madrid cuando se produjo el intento de asesinato a tiros en Alfafar, era la pieza del puzle que faltaba.
El viaje de Madrid a Valencia
Gracias a las intervenciones telefónicas, donde uno de los sospechosos habla sin tapujos de la adquisición de «armas para el jefe», el posicionamiento de los teléfonos que acreditan el traslado de tres de los detenidos de Madrid a Valencia la noche del pasado 16 de abril, y su vuelta a Madrid el mismo 18 –tras no culminar con su objetivo–, así como que uno de ellos acudiera al domicilio del presunto inductor, en Torrejón de la Calzada (Madrid), nada más regresar para dar fe en persona de lo ocurrido, hicieron encajar todas las piezas.
Tras cinco meses de investigaciones, agentes de la Guardia Civil procedieron a la detención en Parla y Valdemoro de los cuatro presuntos implicados, entre ellos el presunto inductor, de 33 años. El Juzgado de Instrucción número uno de Parla acordó el ingreso en prisión por los delitos de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas del presunto autor material de los disparos, un joven chino de 24 años, y de su acompañante, un compatriota de 26 –que ha quedado en libertad esta misma semana–. Mientras que otro juzgado de Madrid dejó en libertad a los otros dos arrestados, curiosamente el hombre que presuntamente encargó el asesinato, con el riesgo que ello supone para la integridad física de su víctima.