Cicatrizar las heridas de la dana y reducir la criminalidad, principales retos del nuevo jefe de la Guardia Civil
El general de brigada José Antonio Fernández de Luz homenajea a las víctimas de la catastrófica riada en el acto de su toma de posesión en Valencia
La directora general de la Guardia Civil, Mercedes González Fernández, ha presidido este viernes en Valencia la ceremonia de toma de posesión del general de brigada José Antonio Fernández de Luz de las Heras como nuevo jefe de la Guardia Civil en la Comunitat Valenciana. El acto ha contado con la presencia de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, el jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil, el teniente general Luis Antonio del Castillo Ruano, y otras autoridades civiles y militares.
Tras agradecer la presencia de los asistentes al acto, Mercedes González destacó la trayectoria del general Fernández de Luz en sus casi 40 años en el instituto armado, 20 de ellos en Valencia con diversos cometidos, por lo que es «la persona idónea, sin duda, para dirigir a los más de 7.600 hombres y mujeres que la Guardia Civil tiene desplegados en la Comunitat Valenciana», manifestó la directora general de la Benemérita.
Un número de guardias civiles que supone «un dato récord en la historia de institución armada», y que se ha logrado «gracias a las últimas ofertas de empleo público del Gobierno de España», añadió Mercedes González, lo que ha permitido desde el año 2018 incrementar los efectivos en más de 700 guardias civiles.
Fernández de Luz comenzó su discurso con los trágicos recuerdos de la dana y las heridas que todavía están sin cicatrizar. «Aún se percibe dolor y tristeza», dijo el nueve jefe de la VI Zona de la Guardia Civil. «Quiero rendir un emocionado homenaje a las 229 víctimas, a quienes perdieron su hogar, su esperanza, y, sobre todo, a quienes perdieron la vida. Entre las víctimas también estábamos nosotros, la Guardia Civil. El agua y el barro nos pasó por encima y provocó daños importantes en varios cuarteles: Utiel, Paiporta, Alfafar, Llombai, Chiva, Requena, Buñol y Benaguacil», afirmó el general Fernández de Luz.
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«Pero también hubo pérdidas humana, la de nuestro compañero, el guardia civil del puesto principal de Paiporta, Adolfo Torres Lafuente, y la de la joven pareja del teniente adjunto de esa compañía, Nieves Navas Aguilar. Ellos nos recuerdan el verdadero significado de la palabra servicio», añadió el general de brigada. Sus principales retos son «conseguir una pronta reconstrucción de los cuarteles, especialmente los más afectados», y continuar el buen trabajo de su predecesor, el general Arturo Prieto Bozec.
El general de brigada planificará los servicios «para propiciar una tendencia a la baja de los datos estadísticos de criminalidad», y pondrá especial atención en los delitos que más alarma social generan: la violencia de género, la trata, los robos y el tráfico de drogas.
El nueve jefe de la VI Zona de la Guardia Civil impulsará también la formación «para la investigación de la ciberdelincuencia y para contrarrestar el incremento exponencial que los delitos relacionados con internet están teniendo en los últimos años».
Sobre los 7.600 guardias civiles que están destinados en la Comunitat Valenciana, Fernández de Luz señaló que hay «hombres y mujeres de la Guardia Civil que encarnan los valores que nos definen desde hace más de 181 años: honor, disciplina, lealtad y servicio».
En su discurso, la directora general de la Guardia Civil destacó también el acto de sacrificio y entrega del instituto armado tras la dana «con el despliegue de 5.200 agentes, de muy distintas especialidades, quienes realizaron más de 43.000 servicios humanitarios, 30.000 de ellos en las primeras horas».
Mercedes González hizo una mención especial a la «violencia que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo», y resaltó que en la Comunitat Valenciana 7.830 víctimas de violencia de género reciben protección de la Guardia Civil, quien las atiende de manera especializada, cercana y sensible.
