Cae en Picassent una banda por 85 estafas a ancianos con el timo del falso revisor del gas
La Guardia Civil ha detenido a cinco hombres y una mujer por apoderarse de un botín de 100.000 euros engañando a personas mayores de todo el país
La Guardia Civil ha desmantelado en Picassent una banda organizada especializada en estafar a ancianos por toda la geografía española haciéndose pasar por revisores del gas, la luz y el agua. Todo valía para aprovecharse de la vulnerabilidad y confianza de los más mayores, a quienes cobraban dinero en metálico por un servicio inexistente, retiraban sumas de entre 1.000 y 2.000 euros del cajero o sustraían aquello de valor que encontraran en la casa al descuido. En total se les imputan 85 estafas y obtuvieron un botín de unos 100.000 euros, según ha podido saber LAS PROVINCIAS.
Los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Picassent han arrestado a seis personas -cinco hombres y una mujer- por las estafas cometida entre septiembre de 2024 y mayo de 2025. Los arrestos se produjeron la semana pasada después de que los presuntos estafadores se presentaran voluntariamente en dependencias judiciales, acompañados de su letrado, al estar plenamente identificados tratando de colaborar con la justicia en busca de una reducción de las posibles penas.
Dos de los cinco detenidos, de 45 y 46 años -ambos españoles-, han ingresado en prisión acusados de los delitos continuados de estafa y hurto, y un delito de pertenencia a banda criminal. La plaza número uno de la Sección de Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia de Picassent ha acordado su ingreso en prisión dada la gran cantidad de hechos delictivos que se les atribuyen y el riesgo de reiteración delictiva.
De hecho se les imputan estafas a personas mayores en las localidades valencianas de Picassent, Silla, Valencia capital, Carlet, Paiporta, Sueca, Moncada, Mislata, Oliva, Xàtiva, Gandia, Requena y l'Alcúdia. En la provincia de Castellón también engañaron a ancianos con el mismo timo del falso revisor del gas en Burriana, Onda, Benicarló y Segorbe. Y hay denuncias presentadas también en Alicante, concretamente en San Vicente del Raspeig, Ibi, Torrevieja, Novelda, Dolores y Santa Pola.
Pero no solo se limitaban a cometer las estafas en tierras valencianas, este grupo delincuencial itinerante ha estafado también a víctimas en Navarra, Burgos, Zaragoza, Tarragona, Madrid, Cuenca, Albacete, el País Vasco y La Rioja. Así hasta un total de 85 hechos delictivos que investigaban distintos grupos policiales tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional, así como Mossos d'Esquadra y la Ertzaintza. La detención de estos seis presuntos integrantes de la organización ha permitido esclarecer todas estas diligencias y atestados abiertos cometidos entre septiembre de 2024 y mayo de 2025.
El Juzgado número uno de Picassent ha coordinado la investigación tras las denuncias presentadas a principios del pasado mes de febrero, cuando en un mismo día la banda estafó a tres ancianos, dos de ellos en Picassent y uno en Silla. A una de estas víctimas le hicieron sacar 1.200 euros del cajero.
El modus operandi era siempre el mismo. Primero seleccionaban a su víctima, habitualmente personas de edad avanzada dada su vulnerabilidad, con las que fingen un contacto inicial inesperado, a la entrada de sus domicilios o en las inmediaciones, incluso llamando directamente a la puerta alegando una revisión del gas, un cambio de contador o alguna cuestión sobre el contrato, utilizando su nombre para generar mayor confianza.
Para que el engaño sea más creíble van con ropa de trabajo con logotipos falsos para hacer creer que son trabajadores de la compañía suministradora de gas, luz o agua. Así, utilizando la excusa de una inspección o cambio de contador para entrar en el domicilio aprovechan para hurtar objetos de valor como joyas o dinero en metálico.
Aunque es con el engaño como consiguen mayor botín, mediante técnicas de presión y urgencia se inventan graves problemas que deben de ser solucionados en ese momento, llegando a amenazar a los ancianos con cortar el suministro de inmediato para que accedan a realizar la reparación. Debido al miedo y a la urgencia del momento, las víctimas acceden. Después les exigen el pago en efectivo o si no tienen suficiente les piden la tarjeta de crédito. La Policía y la Guardia Civil remarca siempre que este no es el proceder de las verdaderas empresas suministradoras para evitar que las personas mayores caigan en este tipo de estafas.
Identificado por un tatuaje en el cuello
En las extracciones de dinero en los cajeros los miembros de la organización desmantelada en Picassent solían portar gorros o mascarillas para evitar ser identificados. No obstante, en algunas de las grabaciones se les ha podido identificar, a uno de ellos gracias a un tatuaje en el cuello.
Las cantidades que sustraían o que hacían pagar a sus víctimas en cada uno de los golpes iban desde pagos mínimos de 150 euros a una media de unos mil euros por estafado. Llegando en algunos casos a cantidades más elevadas, como cuando el 27 de marzo consiguieron que un anciano les entregara en Santa Pola 2.500 euros y todavía le retiraron otros 600 euros más del cajero. O incluso los cerca de 13.000 euros de los que se apoderaron en un domicilio de Novelda el pasado 13 de mayo.
Dos de los presuntos estafadores ya se encuentran entre rejas y los otros cuatro, entre ellos la mujer de uno de los presuntos cabecillas, han quedado en libertad. Son todos españoles salvo un ciudadano de origen rumano.