Guía senior para protegerte de estafas

De ser casi un monólogo casi protagonizado por el señor mayor ahora ya es un corrillo porque otros seniors se abalanzan a los agentes como si de abejas presas de un apetito voraz de miel yendo a un panal se trataran. Les asaltan las dudas porque saben que son un sector vulnerable ante potenciales ladrones o estafadores. Son casi las 12 de la mañana y en el Centro Municipal de Actividades de Personas Mayores de Benicalap (CMAPM) está a punto de comenzar una charla –que es a ratos una rueda de prensa donde los mayores ejercen de periodistas disparando preguntas en forma de dudas– sobre seguridad, robos en la calle y en medios de transporte a la que asiste LAS PROVINCIAS.

Los protagonistas de la tertulia invaden en estampida la amplia sala del centro hasta llenarla por completo. De las cerca de 80 personas mayores que hay, la mayoría quiere ocupar las primeras filas para escuchar alto y claro a José Ferrer, un experimentado agente de la Policía Local que, con micrófono en mano ejerciendo de maestro de ceremonias, va distribuyendo a los más rezagados. «Queremos enseñarles a protegerse con acciones como no abrir la puerta a desconocidos, no dejar ver que no estás en casa o hacer una lista de los objetos de valor que tienen», comenta a este periódico Luis Muñoz, presidente del centro y expolicía con 40 años de carrera en el cuerpo.

Un clásico de las estafas

Nieves Sánchez es una debutante en este tipo de encuentros y ha salido con valiosas lecciones sobre seguridad aprendidas tras más de una hora de atención. «Mi marido me aconsejó que viniera y he aprendido muchas cosas que no sabía como la estafa del teléfono, a mi por suerte no me la han hecho pero hay que tener mucho cuidado con que se hagan pasar por un banco para pedirte los cuatro últimos dígitos de tu tarjeta de crédito», relata Sánchez nada más salir de la charla, que añade que el peligro reside en este tipo de engaños en que «tenemos cuenta en ese banco pero no tarjeta con ellos».

La estafa del gas es, sin duda, la más típica y recurrente. Los agentes cuentan que consiste en tratar de engañar al mayor diciéndole que es necesario entrar en su domicilio para leerle el gas cuando lo que buscan los dos infractores es sustraerle dinero u objetos valiosos de casa mientras uno de los dos distrae a esa persona que, inocentemente, les ha abierto la puerta de su casa. «A mi esta me la han intentando hacer varias veces, llamarme para venir a cambiarme las gomas del gas», recuerda Sánchez, que les decía que las tenía cambiadas de hacía poco y que no hacía falta que volvieran a su casa para así ahuyentar a los ladrones.

Sin embargo, el engaño que más preocupa a Luis Muñoz tiene que ver con la banca: «A veces te cargan recibos que no toca y, como hoy en día todo es por Internet, tienes que verlo en el móvil y reclamar a tiempo antes de que se pase el plazo». «Con lo que me quedo hoy es con lo de llevar en la cartera lo imprescindible por si te la roban o la pierdes. No hace falta llevar tarjetas que no gasto, la foto de mi nieto o el carnet, voy a dejarlos en casa pero ya», reconoce Nieves Sánchez. José Ferrer, Policía Local, de hecho, apunta que no hace falta llevar el carnet de conducir si se sale de casa y recomienda llevar encima solo lo esencial: «Yo salgo de casa con 30 euros, cojan el dinero que saben que les hace falta, no cantidades grandes». Como este, Ferrer se pasa más de una hora contestando dudas de los seniors como si devolviera pelotas en un partido de tenis.

Consejos de vida

«Notó que la seguían a casa durante un rato largo por la calle y le acabaron robando», explica el agente. ¿Qué hacer en estos casos? No salir solos a la calle nunca, ir siempre acompañados y tratar de no caminar en horas del día oscuras, se desaconseja hacerlo desde que empieza a oscurecer en la tarde noche. ¿Qué llevar en el bolso en la calle? «Hay gente que me viene y me dice que ha perdido hasta las fotos de la boda, deben llevar solo lo esencial, no llevar originales». Un hombre pregunta algo alterado si tiene que llevar el carnet de conducir cuando sale de casa y los agentes le sacan de dudas: no hace falta llevarlo.

Los estafadores acostumbran a llamar por teléfono para intentar engañar a sus víctimas. «Si les llaman, tienen que hacer ver que están con mas gente en casa, que no están solos», recuerda Ferrer. Un momento clave para cometer delitos es a final de mes porque es el momento en el han ingresado la pensión. «No vayan al banco solos ni los mismos días siempre, vayan cambiando los días que van», los ladrones estudian costumbres y hábitos. «Mucho ojo a los cajeros cuando saquen dinero, tápense la mano cuando introduzcan el PIN de la tarjeta porque si se lo ven, podemos tener un problema», recuerda este veterano policía.

No coger llamadas desconocidas

«¿Qué les llaman de una compañía de la luz? Llamen a la propia compañía y asegúrense a ver si es verdad de que son ellos, hasta que no lo sepan, no operen ni hagan nada», aconseja sobre ciertas llamadas envenenadas por teléfono. ¿Qué hacer ante esas llamadas telefónicas desconocidas? «Si les llaman, que vuelvan a llamar porque les mantendrán un rato al teléfono para engrosar su factura, no se queden hablando», apunta Ferrer. «Hagan fotos a las joyas que tengan en sus casa y, si tienen dinero escondido, díganle al menos a un familiar siempre dónde está», apunta.

Una pregunta de los mayores muy recurrente es qué hacer si una persona está esperando todo el día en frente de nuestro domicilio. Ante estos casos, la Policía se remonta a sus consejos previos y recomienda salir de casa siempre acompañado, ir por lugares transitados con la mayor luz posible y llevar encima lo que sea estrictamente necesario. Este encuentro se enmarca dentro de una serie de charlas que decidió iniciar el Ayuntamiento en los centros municipales de actividades para personas mayores porque preocupan los ataques en las pedanías del sur y el aumento de las ciberestafas.

El timo de la estampita

«Engaños ha habido siempre», asegura Luis Muñoz, presidente del Centro Municipal de Actividades de Personas Mayores de Benicalap, porque gente malévola y con intenciones viles siempre hay. Muñoz recuerda que en sus tiempos se encontraba muchos casos del timo de la estampita. Este tipo de estafa es un timo tradicional donde el timador se muestra amable y cercano, ganándose la confianza de las víctimas –normalmente mayores– quienes normalmente no se percatan del engaño hasta que ya se ha consumado.

La estafa se desarrolla en lugares de tránsito, donde el timador aborda a la víctima solicitando información en torno a un boleto de lotería premiado que no puede cobrar alegando cualquier excusa, como que debe viajar urgentemente al extranjero. Ahí aparece en escena un segundo estafador, el 'gancho', quien sugiere dar una cantidad de dinero en efectivo al propietario de los boletos a cambio de que se los entregue para después cobrarlos en su totalidad. Finalmente, los dos estafadores acompañan a la víctima a una sucursal bancaria donde extraerá dinero en efectivo que entregará a cambio de los supuestos boletos de lotería, que posteriormente verificará que son falsos o no están premiados.