La Audiencia retrasa a julio resolver los recursos del incendio de Campanar

Los familiares de las diez víctimas y los propietarios de la casas destruidas por el fuego consideran que están dando prioridad a otras causas, aunque fueron abiertas con anterioridad, sin tener en cuenta el carácter preferente y la gravedad de los hechos que investiga el Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia.

Los abogados de los familiares de las personas fallecidas en el incendio insisten en la reapertura del caso después de valorar las conclusiones del informe de la Policía Científica. El sobreseimiento provisional de la causa, apenas dos semanas después del trágico suceso, contrarió a los familiares de las víctimas y la comunidad del propietarios del complejo siniestrado.

Los afectados esperan la decisión de la Audiencia Provincial de Valencia, cuyo fallo no se conocerá hasta el 3 de julio, para depurar posibles responsabilidades sobre la rápida propagación del fuego. El Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia archivó provisionalmente la causa al considerar que la etiología del incendio no era delictiva, según el informe preliminar de la Policía Científica.

Tras la minuciosa inspección que realizaron en la vivienda donde se inició el fuego, los investigadores policiales concluyen que una posible fuga del gas refrigerante de una nevera causó las primeras llamas en la parte trasera del electrodoméstico, al parecer, por una chispa o incluso la electricidad estática del aparato.

Las familias de las personas fallecidas reclaman una investigación exhaustiva sobre las causas del siniestro y la propagación de las llamas en la fachada ventilada, por lo que solicitaron al juez que ordene una reconstrucción de los hechos. También piden que el jefe de los bomberos explique en el juzgado el protocolo de salvamento que dirigió el fatídico 22 de febrero.

Y por esta razón, solicitaron al magistrado que cite a declarar, en calidad de testigo, al mando del Servicio Municipal de Bomberos que actuó como jefe en la extinción del incendio y la evacuación de las personas atrapadas por las llamas.

Algunas de las personas fallecidas estuvieron hablando por teléfono hasta el último momento con sus familiares, que les pidieron que intentaran bajar a la calle. Fueron momentos de pánico por el riesgo que suponía el avance del fuego, y las víctimas dudaron en seguir las recomendaciones de los bomberos o hacer caso a sus familiares.

Por ello, el abogado Ignacio Grau, que representa a las familias de cinco víctimas, reclama información sobre «la situación en el edificio de los heridos y fallecidos» con el objeto de saber si estos «tuvieron oportunidad temporal y espacial de salir ilesos».

La comunidad de propietarios, que también presentó un recurso contra el archivo de la causa, pide al juez que investigue un presunto delito de daños por imprudencia grave respecto a las posibles negligencias que habrían cometido los agentes de la edificación.

Los damnificados consideran que los materiales de la fachada favorecieron la propagación de las llamas, y por ello solicitan un atestado policial completo «sobre los materiales empleados en la construcción, y si estos fueron concausa eficiente para la propagación del fuego, identificando a la empresa que suministró dichos materiales y la constructora de los edificios dañados».

El incendio tuvo lugar el 22 de febrero en un complejo de dos edificios en la confluencia de las calles Poeta Rafael Alberti y las avenidas Maestro Rodrigo y General Avilés, en el distrito de Campanar en Valencia. El fuego se inició sobre las 17.30 horas en la vivienda número 86 por un fallo en una nevera, según las primeras investigaciones.

Tras la rápida propagación de las llamas por la fachada ventilada, diez personas fallecieron y otras 15 resultaron heridas, entre ellas siete bomberos. El incendio destruyó en pocas horas dos bloques de 10 y 14 plantas con 138 viviendas en las que vivían 450 personas.