Urgente Largas colas en la V-30 entre Mislata y Vara de Quart en la mañana de este viernes
Caminar mirando al suelo tiene un claro significado, según la psicología. Óscar Cañas / Europa Press

Qué significa que camines mirando al suelo, según la psicología

Es una costumbre que tienen muchas personas y la hacen casi sin darse cuenta, a pesar de que tiene un claro motivo

Tamara Villena

Valencia

Sábado, 1 de noviembre 2025, 00:41

La psicología tiene explicación para prácticamente todo y hasta esas costumbres más insignificantes tienen un motivo que justifica el porqué las hacemos. Los pequeños gestos de nuestro día a día revelan muchísima más información sobre nuestra personalidad de lo que creemos, especialmente para las personas que saben leer el lenguaje no verbal e interpretar las conductas de comportamiento.

Publicidad

Por ejemplo, andar con la mirada fija en el suelo puede ser algo que pase inadvertido para muchos, pero la realidad es que tiene una explicación que se basa en un conjunto de causas emocionales y cognitivas, que revelan gran información sobre cómo esa persona se relaciona consigo misma y con los demás.

En concreto, caminar con la mirada y cabeza hacia abajo puede indicar falta de confianza e inseguridad, por ello, evitar el contacto visual y una posible interacción social con otras personas. Es una forma de 'esconderse' de los demás para tratar de pasar desapercibido y llamar menos la atención de los presentes alrededor.

Además, al tratar de aislarse mirando al suelo, la persona busca una especie de calma que le relaje frente a la exposición, como un espacio seguro en el cual refugiarse para olvidarse de la mirada de los demás. Este gesto también puede indicar preocupación o angustia, indicando que la persona está absorta en sus pensamientos. A su vez, puede ser una señal de modestia o respeto, en función del contexto, por lo que todo debe ser interpretado en base a las circunstancias de la persona.

Pero al margen de esta causa emocional, caminar con la vista fija en el suelo también puede tener una razón más práctica: evitar una caida cuando el terreno es irregular o poco conocido, o se camina con calzado poco estable. La mirada baja se convierte en estos casos en un seguro físico para no sufrir un traspié.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad