La comida del día clave para adelgazar y evitar los picos de cortisol
Conocer la importancia de no saltarse ninguna ingesta ayuda a llevar una rutina saludable de forma prolongada
Adelgazar está en la lista de objetivos de más de uno, y aunque en épocas señaladas como Navidad o vacaciones suele ser más complicado seguir una buena alimentación, la clave está tanto en lo que dejas de comer como en darte algún que otro capricho de vez en cuando. Comer lo que te apetezca de forma puntual es algo sano, ya que nos permite salir de la rutina y no terminar con un atracón por seguir una dieta demasiado estricta.
A la hora de perder peso, lo esencial es cuidar qué ingredientes entran en tu dieta, priorizando especialmente por los que sean de temporada. Conviene dejar fuera de la cesta los ultraprocesados y productos cargados de azúcares, y en su lugar cargar bien de fruta, verdura, cereales y legumbres, así como frutos secos, pescado y carne. La ingesta de todo ello debe ser balanceada, creando platos que además de ricos tengan un equilibrio nutricional que cuide el organismo además de mantenerlo en su peso. Además, no hay que olvidarse de realizar ejercicio de forma habitual, algo tan fundamental como prestar atención a la dieta.
Un error común en el que suelen caer muchas personas es dar por hecho que cuanto menos comes, más adelgazas. Pero la realidad es que saltarse comidas nunca es lo mejor: terminas con más hambre, por lo que probablemente termines recurriendo a antojos o comida rápida para saciarte y ganas más calorías de las que intentabas perder.
Además, las comidas que más suelen saltarse al día quienes tratan de adelgazar comiendo menos son el desayuno o la merienda, un grave error en ambos casos. Si la primera comienzas a saciar tu cuerpo desde primera hora y regular sus niveles de glucosa, la segunda no es para nada menos importante y resulta clave a la hora de bajar de peso.
La merienda es mucho más importante de lo que creemos a la hora de bajar números en la báscula, ya que nos ayuda a regular los niveles de glucosa y controlar los antojos de cara a la noche, cuando se deben ir reduciendo las cantidades y calorías de lo que ingerimos para facilitar el descanso y evitar comer más de lo que podemos gastar.
Además, merendar algo sano nos ayuda a tener una mayor sensación de control sobre nuestro cuerpo y apetito, por lo que también es una buena táctica para nuestra gestión emocional, evitando el estrés y culpabilidad que puede provocar un atracón.
Además al regular los niveles de glucosa se frena la liberación de cortisol, que tiende a dispararse cuando el azúcar disminuye, por lo que evita que el cuerpo note mayor inflamación, cansancio o problemas gastrointestinales.