Científicos descubren una dieta rica en fibras vegetales alternativa a los medicamentos

Los fármacos recetados contra la obesidad continúan cotizando al alza desde que empezaron a comercializarse como un método para perder peso. El problema es son caros y no adecuados para todo el mundo.

Científicos de la Universidad de Arizona sugieren, en una investigación publicada en 'The Journal of Nutrition', que una dieta alta en ciertas fibras vegetales podría tener consecuencias parecidas a estos fármacos en la salud metabólica.

El equipo probo cinco tipos diferentes de fibra (pectina, dextrina de trigo, almidon resistente, β-glucano y celulosa) en ratones y comprobaron que solo la suplementación con β-glucano tuvo un efecto significativo en la reducción de peso, grasa corporal y mejora de la tolerancia a la glucosa.

Los resultados fueron claros. El grupo que consumió β-glucano no solo ganó menos peso y grasa, sino que también presentó una mejor respuesta a la glucosa, un marcador clave en la prevención de enfermedades como la diabetes tipo 2. Estos ratones mostraron mayor actividad física y gasto energético.

Por eso, señalan que la β-glucano, presente en alimentos como la avena y la cebada, podría convertirse en un aliado importante en la lucha contra la obesidad y la diabetes. Una de las claves de este efecto podría estar en el intestino.

La β-glucano fue la única fibra que aumentó significativamente los niveles de butirato, un ácido graso de cadena corta vinculado a la activación del tejido adiposo marrón, que quema calorías, y a una mejor salud metabólica.

Mientras que la suplementación con fibras como la pectina, la dextrina de trigo o el almidón resistente modificaron la composición de la microbiota, ninguna de ellas logró por sí sola, una mejora significativa en los indicadores metabólicos, como sí logró la fibra vegetal que encontramos en la cebada o la avena.

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