Llegan las matrículas inteligentes

Las matrículas de vehículos al uso, esas que en España se componen de cuatro cifras y tres letras consonantes, van camino de ser una antigualla. Por algo en España datan de principios del siglo XX. Ahora que todo es susceptible de digitalizarse, la chapa metálica adosada a la parte frontal y trasera del automóvil se antoja algo desfasado, una señal que precisa una puesta a punto. Dubái se apresta a ello y pondrá en marcha un proyecto innovador. La idea es que los nuevos distintivos estén dotados de una pantalla digital, GPS y transmisores. De esta manera, en caso de que se produzca un accidente, el dispositivo avisará a los servicios de emergencia y de paso informará a otros conductores del estado de las carreteras.

A simple vista todo son ventajas para que se imponga la matrícula inteligente. En principio ahorraría trabajo a la Policía, que ya no tendría que verificar si la placa o el propio coche son robados. Además, el sistema permitirá pagar en aparcamientos sin necesidad de dinero en efectivo. La objeción que invocan los conductores es que los vigilantes del tráfico dispondrán de mayores facilidades para endosar multas sin que el usuario tenga la posibilidad de rechistar.

La experiencia piloto impulsada por Dubái, ciudad construida en el desierto con tres millones de almas, medio centenar de rascacielos y el 20% de todas las grúas del mundo, empezará en mayo, y en noviembre se expondrán los resultados. Según informa a la BBC Abdullah al-Marzouqi, jefe del departamento que gestiona la entrega de licencias de vehículos y se encarga del tráfico y el transporte en el emirato, los conductores serán los mayores beneficiados con la aplicación de las nuevas tecnologías al automóvil. Por de pronto, estarán más asistidos en caso de sufrir una avería en pleno desierto y no tendrán que preocuparse por la renovación de tasas, el abono de las inspecciones técnicas y el seguro del coche.

Ensayos similares se han llevado a cabo en California y otros estados de EE UU, iniciativas guiadas por el objetivo de simplificar los trámites administrativos y avanzar en el vehículo conectado. La matrícula, más que una placa con caracteres grabados y estáticos, con el tiempo se parecerá más a una tableta con una gama amplia de funciones. Por ejemplo, al dispositivo se le puede acoplar el sistema OBD, que hace posible diagnosticar los problemas del vehículo, desde fallos eléctricos o mecánicos a emisiones contaminantes.

Los detractores de la idea aducen, sin embargo, que la matrícula inteligente supone un problema añadido, por cuanto las autoridades de tráfico podrán rastrear a los conductores, lo que colisiona con el derecho a la privacidad. Justo en el momento en que ha estallado el escándalo de Facebook y la fuga masiva de datos para su uso fraudulento, la seguridad y la protección de la intimidad se han vuelto asuntos muy sensibles.

Lo que no ha aclarado al-Marzouqi es cuánto costarán las nuevas placas, una cuestión que se sabrá en noviembre, cuando empiece a analizarse la experiencia. Y otro aspecto que suscita dudas es si en un clima tan hosco y árido como el de Dubái funcionará todo correctamente. ¿Aguntarán los 'chips' temperaturas tórridas?

Aunque parezca una cuestión nimia, los conductores tienen querencia por el número de sus placas. Algunos incluso cometen el error de emplearlas como contraseñas informáticas. La iniciativa de Dubái se inscribe en los planes de las autoridades de extender el uso de la tecnología en el transporte. El emirato ha apostado con firmeza por los coches autónomos y espera que en 2030 los desplazamientos con estos vehículos sin conductor supongan una cuarta parte de todos los realizados.

El año pasado el equipo de gobierno de la ciudad anunció su intención de emplear drones de gran tamaño -monoplazas alimentados con energía eléctrica- para el transporte de pasajeros, lo que aliviaría los atascos. Con todo, los vehículos autodirigidos aún suscitan muchas dudas entre los usuarios, y más si se trata de viajar por el aire.

Desde el año 2000 las matrículas españolas llevan una franja azul vertical con la letra 'E' de España. Ya no se usan los distintivos que permiten identificar la provincia de donde procede el vehículo, una circunstancia que generó cierto malestar entre algunos ciudadanos. El conductor está obligado a conservar la matrícula de su coche hasta que sea desguazado, y no se puede asignar la misma placa a otro.