¿Dónde duermen los cardenales durante el cónclave?

El mundo tiene sus ojos posados sobre el Vaticano. Especialmente, hacia la Capilla Sixtina, el lugar en que se desarrollarán las votaciones. Pero, ¿qué hay del otro espacio fundamental durante estos días? La residencia donde descansarán y dormirán los cardenales durante el proceso que da comienzo el 7 de mayo es también donde se alojó el Papa Francisco.

Durante siglos, los cardenales se han alojado en pequeñas celdas improvisadas en los salones del Palacio Apostólico, en condiciones relativamente humildes. No obstante, esto cambió a partir de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II, en el cónclave que eligió al Papa Benedicto XVI.

Desde esa fecha, los candidatos duermen en la Casa Santa Marta (de nombre oficial, Domus Sanctae Marthae), una moderna residencia de cinco plantas que se encuentra en el interior del Vaticano, cerca de la Basílica de San Pedro. Construida en 1996, precisamente durante el pontificado de Juan Pablo II, su función principal es alojar a los clérigos y visitantes del vaticano.

Cuenta con 105 suites dobles y 26 habitaciones individuales, y tiene salas comunes, comedor y capilla, que fue también la capilla ardiente del Papa Francisco. Al estilo de un gran hotel, tiene una recepción y un comedor con autoservicio, donde el papa solía comer.

Las habitaciones sencillas, con un armario, cama individual, dos mesitas de noche y un baño con ducha, se repartirán por sorteo el día de antes de que se inicie el cónclave. Aunque no son lujosas, precisamente para no distraer a quienes se alojan en ellas, sus niveles de comodidad son muy superiores a los de épocas más antiguas.

Durante el cónclave, la residencia se convertirá en un espacio aislado que garantice toda la confidencialidad del proceso de selección y evite las influencias del mundo exterior. Los cardenales estarán incomunicados: sin internet, teléfonos móviles, ni dispositivos electrónicos que les permitan contactar con el mundo exterior.

Cada mañana, los cardenales se trasladarán en procesión desde la Domus hasta la Capilla Sixtina, el lugar de las votaciones, y al finalizar la jornada, regresarán a sus habitaciones bajo estricto control. Para esta ocasión, se ha habilitado también una pequeña residencia adyacente, dado que no hay habitaciones suficientes para los 133 cardenales que acuden al que será el cónclave más concurrido y joven de la historia.

La Casa Santa Marta fue, de hecho, la residencia habitual del Papa Francisco. Tras su elección en 2013, decidió vivir en una de sus habitaciones como prueba de un estilo de vida austero.

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