La red social que rompe la brecha digital y combate la soledad de las personas mayores
Coti es una herramienta de cuidado y conexión para personas mayores, diseñada para romper la brecha digital y promover su autonomía y bienestar
«Me siento invisible». Son palabras anónimas que podríamos escuchar en cualquier punto de la geografía española y que reflejan una realidad dolorosa: la soledad ... no deseada en la tercera edad. Imaginemos a una mujer de 78 años que, tras enviudar, ve cómo los días se alargan en un silencio cada vez más pesado. Sus hijos viven lejos, las amigas de siempre ya no pueden salir como antes y la televisión se ha convertido en su única compañía. No es un caso aislado. En España y en la Comunitat Valenciana, miles de personas mayores se enfrentan a la soledad como una sombra que les roba la alegría y la salud.
En este contexto, la tecnología puede ser una herramienta poderosa para combatir el aislamiento, pero solo si se adapta a las necesidades y capacidades de los mayores. Y ahí es donde entra en juego Coti, una red social diseñada específicamente para ellos, que busca no solo conectarles con sus familias y amigos, sino también cuidar de su bienestar y autonomía. Detrás de este proyecto está Antonio González-Adalid, psicólogo y CEO de Coti, que conoce de primera mano los retos a los que se enfrentan los mayores en el mundo digital.
La idea de Coti nació en plena pandemia, cuando Antonio atendía a domicilio a personas mayores con demencia o discapacidad. «Atendía a una persona mayor que tenía un móvil antiguo y no me podía comunicar con ella. La comunicación con la familia era muy difícil y yo quería que ella mantuviera la relación conmigo y con su familia», recuerda. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no existía ninguna aplicación sencilla y segura para que sus pacientes pudieran recibir fotos, novedades y organizar su cuidado de forma accesible. A partir de esa experiencia, Antonio reunió un equipo de desarrolladores, diseñadores y expertos en salud para crear una herramienta adaptada a las verdaderas necesidades de los mayores. Así nació Coti, una red social que pone el foco en la sencillez, la seguridad y la personalización.
Tecnología adaptada, comunicación segura
Coti no es una red social convencional. Su principal seña de identidad es la adaptación al usuario. «Cuando la persona mayor instala la aplicación, hacemos un juego cognitivo como un Candy Crush para ver sus habilidades tecnológicas y le ponemos en un nivel de uso cómodo para ese perfil», explica Antonio. Gracias a un algoritmo de inteligencia artificial y fundamentos de neurociencias, la aplicación se ajusta automáticamente para que cada usuario tenga una experiencia personalizada y accesible. La mensajería es intuitiva y permite intercambiar audios, fotos y textos de manera sencilla. Además, Coti cuenta con un sistema de perfiles que estimula la interacción: «Queremos que haya una excusa para comunicarse, como sucede en otras redes sociales, pero en un entorno seguro y controlado», señala el CEO.
La seguridad es otro de los pilares de Coti. Para agregar a un amigo, es necesario compartir un código de seguridad de nueve cifras que va cambiando, y la persona mayor debe aceptar la invitación. «Queremos meter más capas de seguridad porque en WhatsApp te pueden meter estafas, te cuentan milongas… Aquí la persona mayor tiene el control total sobre quién puede contactar con ella», subraya Antonio. Aunque la familia es el núcleo principal de la red, Coti permite también la interacción con amigos y la incorporación de profesionales. «Puedes agregar a tus amigos, pero siempre bajo ese sistema de invitación segura. Además, damos la posibilidad de que la persona mayor o sus familiares nombren a un referente, que es como si le das las llaves de tu aplicación para que te ayude a gestionarlo todo», explica el CEO.
Una de las grandes innovaciones de Coti es la integración de los profesionales del cuidado. Sin necesidad de compartir números de teléfono, los profesionales pueden contactar con los usuarios, ver la agenda, coordinarse con el referente familiar y optimizar las visitas y el seguimiento. «En lugar de tener que poner una pulsera o una cámara por si se ha caído, simplemente vemos la actividad que comparte en la plataforma y monitorizamos de manera natural. Si veo que ha subido una foto de los macarrones que ha comido, de la visita del nieto o de un taller de costura, ya sé que está activa. Si deja de compartir información, me alerto y la llamo», ejemplifica Antonio.
Rompiendo la brecha digital
Uno de los grandes retos a los que se enfrenta Coti es el estereotipo de la brecha digital. Sin embargo, la experiencia de Antonio y su equipo demuestra que, cuando la tecnología está pensada para las personas mayores, la respuesta es muy positiva. «Las personas mayores tienen interés en la tecnología, lo que pasa es que tienen miedo y no está pensada para ellos, está pensada para la gente joven. Cuando ven que es para ellos, que es fácil, lo agradecen mucho», afirma. La diversidad de perfiles es enorme: «Hay personas con 95 años que usan Facebook mejor que yo, y personas con 70 que no están cómodas con WhatsApp. Depende mucho de la educación y el acceso que hayan tenido». Por eso, la clave está en el software: una interfaz amigable, accesible, intuitiva y sin complicaciones. «No queremos meter más funcionalidades nuevas. Les gusta mucho. Están contentos», asegura Antonio.
Coti ha dado ya sus primeros pasos: la aplicación está disponible en App Store y Play Store, y más de 100 familias confían en la plataforma. «Puede parecer una cifra pequeñita, pero meter tecnología a personas mayores es un reto y para nosotros ya hemos validado que realmente hay una necesidad importante», destaca el CEO. El equipo, ubicado en Barcelona pero con usuarios en toda España, está en conversaciones con empresas de ayuda a domicilio, residencias y servicios de teleasistencia para ampliar la distribución de la aplicación.
El siguiente paso es seguir mejorando la inteligencia artificial de la plataforma para detectar cambios en los patrones de uso y alertar a familiares y profesionales ante posibles situaciones de riesgo. «Nuestro objetivo es cerrar acuerdos con empresas sociosanitarias que nos faciliten la distribución de la aplicación», concluye Antonio. Coti es mucho más que una red social: es un puente entre generaciones, una herramienta de prevención y cuidado, y, sobre todo, una muestra de que la tecnología puede y debe estar al servicio de quienes más lo necesitan. Porque, como dice Antonio González-Adalid, «lo que nos está emocionando mucho es que incluso personas que nunca habían tenido un smartphone están pidiendo uno por ver las fotos de la nieta en Coti, por tener un poquito más de información. Y esto nos hace mucha ilusión».
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