Omega-3, al cuidado del corazón
La dietista y nutricionista Teresa Cercós incide en la importancia de este ácido que es esencial para la salud
Teresa Cercós
Viernes, 16 de mayo 2025, 16:28
Corredores y corredoras, especialmente en las carreras de larga distancia, la nutrición juega un papel fundamental en el rendimiento y la recuperación de los atletas. ... Entre los nutrientes que han demostrado ser especialmente beneficiosos para quienes practican este tipo de carreras se encuentra el famoso Omega-3, un ácido graso esencial que contribuye significativamente a la salud cardiovascular.
El Omega-3, presente en los alimentos como el pescado azul, las nueces, el aguacate, las semillas de chÍa, los copos de avena una vez digeridos, etcétera. Tiene propiedades antiinflamatorias y vasodilatadoras. Durante una carrera de larga distancia, el flujo sanguíneo aumenta considerablemente para suministrar oxígeno y nutrientes a los músculos en actividad. La vasodilatación de las venas y arterias, facilitada por el Omega-3, ayuda a que este procesa sea más eficiente, reduciendo la resistencia vascular y permitiendo que la sangre circule con mayor facilidad sin alterar el ritmo cardíaco. Esto no solo mejora el rendimiento, sino que también disminuye la presión arterial y la carga sobre el corazón.
Por otro lado, durante el ejercicio intenso, el cuerpo libera adrenalina, una hormona que actúa como vasoconstrictora, estrechando las venas y arterias para dirigir la sangre hacia los músculos en mayor demanda. Sin embargo, un exceso de vasoconstricción puede aumentar las pulsaciones y generar sensación de fatiga más rápida. Aquí es donde el Omega-3 puede marcar la diferencia: su efecto vasodilatador ayuda a suavizar las pulsaciones, permitiendo que el corazón no tenga que trabajar tan duro y que el atleta se sienta menos fatigado durante la carrera.
En definitiva, incorporar Omega-3 en la dieta de los corredores de larga distancia puede traducirse en una mejor regulación de la presión arterial, una circulación más eficiente y una reducción en las pulsaciones, lo que se traduce en un mejor rendimiento. Además, su efecto antiinflamatorio ayuda a prevenir lesiones y a mantener los músculos en óptimas condiciones.
Por todo ello, es recomendable saber para cada uno de vosotros cual es vuestra cantidad de Omega-3 que debéis tomar para no tener exceso, consultar con un nutricionista puede marcar la diferencia de un mejor rendimiento.
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