FAES defiende la CV-60 en la Safor para conectar con Europa y atraer negocio

El proyecto básico está ahora en fase de alegaciones y contempla un cambio frente a la concepción inicial de esta autovía que se proyectó hace más de 20 años, entre Oliva y L'Olleria. Sólo se llegaron a ejecutar dos fases: Beniflà-Ròtova y Ròtova-Terrateig. Faltan, por tanto la duplicación de la vía hasta la CV-40, que conecta con la A-7 y otras vías como con la A-3 y A-31, y el tramo de la Safor, para enlazar con la N-332 y la AP-7.

En el caso de la Safor, Tur defendió la revisión del proyecto que ha hecho el Consell: «Se adapta a las necesidades actuales, sólo pretende enlazar con la Nacional y la AP-7. Da sentido al concepto de Comarcas Centrales y es el eje que vertebra el interior con la costa«.

Añadió que el trazado que está en fase de alegaciones se escogió entre otros cinco, al ser el más adecuado, y agradeció la diligencia del Consell por desatascar este proyecto. «Nos va a permitir enlazar con las carreteras más importantes y, además, con el Corredor Mediterráneo», añadió.

Tur agregó que es una infraestructura necesaria para la Safor, ya que las vías que existen no tienen capacidad para absorber el tráfico actual. «Son muchas las personas que tienen una segunda residencia en playas de la Safor y muchas las que quieren venir sólo a Gandia u Oliva de compras, negocios o pasar el día«.

Este domingo, por otra parte, hubo una manifestación, con centenares de personas, organizada por una plataforma vecinal que pide que se revise el proyecto, como indicó uno de sus portavoces, Marc A. Tarrasó. «No estamos en contra del progreso, pero este proyecto destroza la huerta de siete municipios, una zona de ocio verde de la Safor«, precisó.

Añadió que todo ha sido muy rápido y que, prácticamente, «no ha habido participación pública». En una población de 180.000 personas, «han participado 34». Entienden que habrá contaminación acústica y que hay que buscar «alternativas menos agresivas».