La despoblación afecta a 22 de los 61 municipios de las comarcas de la Canal de Navarrés, la Vall d'Albaida y la Costera
Un estudio sobre la situación en la Comunitat apunta que Aielo de Rugat se encuentra en «alto riesgo» por su evolución desfavorable de la tasa de crecimiento demográfico y vegetativo
B. González
Xàtiva
Jueves, 11 de septiembre 2025, 17:44
Cuatro pueblos de la comarca de la Costera, once de la Vall d'Albaida y siete de la Canal de Navarrés. En total son 22 los municipios, de los 61 que suman las tres comarcas, que están sufriendo el problema de la despoblación. Así lo refleja el estudio «La despoblación en la Comunitat Valenciana. Caracterización. Valencia y Alicante' que analiza este problema en un total de 192 municipios de la Comunitat Valenciana afectados por procesos de despoblación.
El estudio, recopilado en dos volúmenes (el otro corresponde a la provincia de Castellón), ha sido realizado por una treintena de autores bajo la dirección del catedrático de la Universidad de Valencia Jorge Hermosilla y revela que en todos los municipios se dan procesos similares, pero con algunas diferencias particulares. En líneas generales, estos pueblos son ricos en patrimonio natural y cultural, pero se enfrentan a desafíos como el envejecimiento de la población, la baja densidad demográfica, una elevada vulnerabilidad socioeconómica y, en muchos casos, la pérdida de servicios públicos.
En la Costera los pueblos analizados han sido Estubeny, La Granja de la Costera, Torrella y Vallés. Si bien, se indica que son municipios que no han tenido a lo largo de su historia mucha población, sí que se han visto afectados por el éxodo poblacional, principalmente por su proximidad con Xàtiva, la capital de comarca, y por el envejecimiento de la población.
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En el caso de la Canal de Navarrés, todos los municipios a excepción de Enguera, la capital de comarca, están en el estudio. De la comarca se refleja que aunque sobresale por su riqueza natural relacionada con el agua y dispone, en comparación con otras comarcas, de unas buenas infraestructuras, la evolución de la población «ha sido regresiva», con un 6% menos en los últimos veinte años.
Eso ha conllevado un envejecimiento demográfico, siendo la franja de población mayoritaria la que está entre los 50 y 54 años y la de 75 a los 79 años. En especial destaca la escasa densidad poblacional: 22 habitantes por kilómetro cuadrado.
Según los datos relacionados con la demografía que se aportan en el estudio, en muchos de estos municipios la despoblación no ha sido mayor gracias a la llegada de extranjeros. Destaca Navarrés con un 17% de su población nacida fuera de España y sólo el 38% de los habitantes son nacidos en el municipio; el porcentaje restante son de personas llegadas de otras localidades valencianas
Chella experimentó un crecimiento de población a principios del siglo XXI, pero comenzó a descender a partir de 2014. Una cuarta parte de su población es mayor de 65 años y el 15% es de origen extranjero.
En Quesa, el dato del crecimiento vegetativo también es destacado: en una década se han registrado 30 nacimientos frente a 123 defunciones. Este municipio también se ha beneficiado con la llegada de extranjeros, el 10% de su población, franceses y polacos en su mayoría.
Millares destaca por la densidad de población, muy por debajo de la media de la comarca con tres habitantes por kilómetro cuadrado, así como por el envejecimiento: el 35% de la población es mayor de 65 años. Mismo porcentaje de Bicorp, donde un tercio de la población son nacidos en otros municipios valencianos y un 6% son extranjeros.
En Bolbaite el porcentaje de mayores de más de 65 años es menor, el 26% de la población, pero su crecimiento vegetativo es claramente negativo, con casi el doble de defunciones que el de nacimientos. En este pueblo de la Canal de Navarrés, una décima parte de su población es de origen extranjero.
Anna es el que más ha mantenido constante su población a lo largo de décadas, pero en la última el balance entre nacimientos y defunciones es también mayoritariamente negativo: 163 nacidos frente a 380 defunciones. La llegada de población extranjera, un 10% del censo y en su mayoría procedentes de Bulgaria, ha permitido frenar esa pérdida de población.
Éxodo rural
La Vall d'Albaida, al igual que la Costera, no se ha analizado la comarca en su conjunto, sino aquellos municipios en los que existe el problema y que son, al igual que los cuatro de la Costera, los que han tenido siempre poca población, pero en los que también se ha producido el éxodo. Los pueblos analizados son: Bellús, Beniatjar, Benissuera, Bufali, Carrícola, Otos, Pinet, Rugat, Sempere, Terrateig y Aielo de Rugat. De este último se indica que «actualmente es un municipio en alto riesgo de despoblación».
Cabe señalar que los últimos datos de población que se aportan en estos volúmenes son del año 2023. En el caso de Aielo de Rugat, si entonces tenía 163 vecinos y vecinas, a septiembre de 2025 ha incrementado su población a 171.
El alcalde, Jaime Soler, señala que el problema de su municipio no es mayor que otros vecinos como Rugat o Sempere y que si bien son muchos más los vecinos que fallecen frente a los que nacen, van manteniéndose y en los últimos años han llegado quince personas al municipio.
Para el primer edil son fundamentales los servicios públicos, entre ellos el más importante: el colegio. «De momento lo mantenemos. Actualmente hay escolarizados seis niños y niñas, aunque en el pueblo hay algunos más pero sus padres han aptado por escolarizarlos en otros municipios y nosotros no podemos obligar a nadie a quedarse», señala.
Incentivos directos y servicios públicos
Cree realmente que es difícil atraer más población a pueblos que no cuentan con industrias, porque tampoco disponen de suelo para albergarlas y aboga por que las administraciones supramunicipales apliquen políticas destinadas a incentivar de manera direta a las familias para que se queden o apueste por los pequeños municipios, sobre todo profesionales que puedan teletrabajar desde municipios como el suyo.
En el caso de Aielo de Rugat no hay problema de vivienda, hay vacías en venta y, según apunta, en el último año se han vendido tres, una para la última de las familias, con un menor, que han decidido instalarse en el municipio. Soler recuerda que, pese a ser un pueblo pequeño, cuentan con los servicios esenciales (además de colegio, consultorio médico, centro social, instalaciones deportivas con piscina municipal y buenas comunicaciones con los principales núcleos de población como Gandia, Ontinyent y Xàtiva.