Alzira se reunirá con la constructora del instituto para conseguir que se retomen las obras

Silencio en la parcela donde se está construyendo el nuevo instituto Rei en Jaume de Alzira. Ni un trabajador ni una máquina desde hace una semana cuando la empresa constructora decidió paralizar de forma unilateral las obras. Desde entonces el Ayuntamiento de Alzira ha iniciado un procedimiento legal para conseguir que los trabajos se retomen y se cumpla con el contrato establecido.

«La Ley de Contratos es clara, no se pueden interrumpir los trabajos, y hacerlo supone penalizaciones, la resolución del contrato y un inicio de expediente para no contratar con la Administración Pública. Nosotros vamos a actuar desde el rigor jurídico y técnico», explicaba el concejal de Urbanismo, Andrés Gomis.

El primer paso ha sido requerir formalmente a la constructora para que retomen las obras y presentar las penalizaciones, que ascienden a unos 6.000 euros al día. Pero además se ha convocado una reunión con los representantes de esta empresa andaluza para escuchar sus argumentos. Y es que el ayuntamiento busca una solución rápida a este problema y para evitar más retrasos en un proyecto muy esperado y necesario, la opción más sencilla es conseguir que la empresa adjudicataria cumpla con el contrato actual.

Los motivos esgrimidos para esta paralización se basan en discrepancias con el proyecto que se pusieron sobre la mesa cuando las obras ya habían comenzado y los responsables estaban estudiando las modificaciones.

La construcción del nuevo IES Rei en Jaume estaba yendo a un buen ritmo y ya habían finalizado la estructura del edificio por lo que estaba previsto que acabara para el inicio del próximo curso. Esta interrupción ha generado gran desilusión entre la comunidad educativa que espera con muchas ganas esta obra.

«El centro actual se cae a pedazos porque tiene más de 70 años, no podemos permitirnos más retrasos», comentaba la presidenta de la AMPA, Elena Barón.

Ante esta nueva situación, el instituto tendrá que realizar algunas reformas que se habían dejado en el aire ante la inminente recepción de las nuevas instalaciones. «Tendremos que retomar algunas reparaciones que no habíamos solicitado porque quedaba poco tiempo para el traslado. Los nuevos alumnos de primero de ESO estaban muy ilusionados con entrar ya en el nuevo instituto y no podrá ser», lamentaba el director del centro, Ricardo Fabra.

El Ayuntamiento de Alzira asegura que no ha habido motivos para que la empresa tome esta decisión y deje en el aire un proyecto de más de 10 millones de euros. Si las penalizaciones y los requerimientos no tienen efecto, se tendrá que resolver el contrato, cobrar la fianza que supone un 5% del total de las obras y volver a iniciar los trámites para una nueva licitación lo que retrasaría de forma importante su ejecución.

«Tenemos esperanza en que se va a solucionar por la vía rápida. El ayuntamiento hará todo lo posible para agilizar los trámites», aseguraba la edil de Educación, Virtuts Piera.

Por otra parte, Alzira también tiene pendiente otro proyecto del Pla Edificant en el IES José María Parra que también ha sufrido retrasos. En este caso porque se ha tenido que actualizar el programa de necesidades para volver a licitar la redacción. El concejal de Urbanismo recordaba que llevan varios meses pidiendo a la Conselleria de Educación que remita este programa para poder avanzar en los trámites.

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