El alcalde del Perelló acusa al exedil del gobierno de iniciar una «campaña de descrédito»

Semanas convulsas son las que se están viviendo en el seno del gobierno del Perelló desde que el alcalde, Juan Botella, decidió retirar las delegaciones del concejal, Óscar Torrado, que pasó al grupo de No Adscritos.

Botella explica que los problemas con el ahora exedil del grupo popular comenzaron antes, durante el estado de alarma al tener que tomar decisiones difíciles. Según el alcalde popular, Torrado "constantemente puso en evidencia las decisiones, sin tener en cuenta la situación que se vivía de excepcionalidad. El tono irrespetuoso con el que se dirigía a mí, y a otros compañeros, activando una campaña de descrédito y difamación contra mi persona, contribuyó a la situación que se ha provocado finalmente".

Botella advirtió al entonces compañero del equipo de gobierno que desistiera de esta actitud pero la situación continuó igual. El detonante para el alcalde ocurrió el 18 de junio "cuando, delante del equipo de gobierno y una funcionaria del Ayuntamiento, se le comunica la incorporación de Amparo Fernández y, entonces, me vuelve a faltar al respeto, utilizando calificativos ofensivos".

Tras este altercado, Botella se reúne con la ejecutiva del PP y se decide de "forma unánime" retirar las competencias al concejal. Torrado se presentó a las elecciones con los populares pero siendo independiente.

Esta decisión se lleva al pleno junto con la incorporación de la edil socialista Fernández al ejecutivo. Es en este momento cuando surgen las discrepancias con Ciudadanos, socio de gobierno, que vota en contra de esta decisión. Sin embargo, por el momento el pacto continúa y desde al formación naranja no han querido pronunciarse sobre la polémica.

"No voy a delegar mi responsabilidad por presiones, buscaré siempre el bienestar de la ciudadanía", asegura Botella.