Los últimos momentos de Berta y Lucía como falleras mayores: «Tengo ganas de volver a recuperar mis rutinas»
Berta Peiró y Lucía García dan sus últimos pasos antes de entrar en la historia como las falleras mayores de las lluvias, las de la dana y también las de un marzo pasado por agua que no borró la alegría de una mujer y una niña que ya piensan en volver a sus aficiones y a sus amigas
El reinado de Berta y Lucía quedará marcado para siempre por la dana del 29 de octubre pasado, una tragedia que sacudió Valencia y que ... permitió comprobar hasta qué punto las Fallas tienen músculo, con su capacidad de organizarse para estar cerca de los vecinos. Lo destacaba Berta Peiró, la fallera mayor de Valencia que mañana tendrá ya una sucesora con nombre y apellidos. Ella misma pudo echar una mano y, además, hablar con las falleras de algunas comisiones afectadas para que tuvieran el apoyo de la máxima representante de la fiesta. Ese es también uno de los papeles que ha desempeñado Berta Peiró, en una vuelta de tuerca más como embajadora de Valencia. Tiene que ser así, en un camino que tiene un principio y un fin, pero que cada una de las mujeres y niñas que pasan por el cargo van definiendo y conformando con su propia personalidad.
La realidad es que el de Berta y Lucía ha sido el reinado de las lluvias, trágicas en el caso de la dana, fastidiosas en los días grandes de las Fallas, que las dos se tomaron con filosofía. «No podía estar pendiente del tiempo, no dependía de mí», explica Berta, que se queda con todas las personas que ha conocido este año, con los aprendizajes acumulados y con una sensación de que ha sido el mejor año de su vida. «Más que tristeza, siento alegría por lo que he vivido», explicaba la fallera mayor.
Echando la vista atrás, asegura que nunca se llegó a imaginar todo lo que había detrás de una fallera mayor de Valencia, y se queda con ese crecimiento a nivel personal y profesional. «Ahora tengo un bagaje mucho mayor. No soy la misma persona que comencé y ahora tengo unas tablas increíbles a la hora de relacionarme con los demás, sobre todo en mi caso, que me dedico a los recursos humanos», asegura. Cree además que hay que saber cerrar etapas, y que hay muchas cosas que desea recuperar. «Sobre todo la rutina, el deporte, o a mis amigas». Porque el cargo de fallera mayor de Valencia se lleva todo el tiempo. Ella ha sido muy consciente, también de que se acaba. Lo decía Lucía, que ha sido un año que ha pasado muy rápido, sobre todo ahora que puede mirar hacia atrás sin nerviosismo, sabiendo que su etapa ha concluido.
Lucía también tiene ganas de volver a sus actividades. A su comisión, más comprometida que nunca con su amor por las Fallas, y sus partidos de baloncesto, deporte que tuvo que dejar de lado este año.
De entre todos los actos, las dos hablan de la exaltación, también de la Crida, pero al mismo tiempo tienen claro que cada momento compartido ha sido importante. «He ido a un casal, a una entrega de premios, y me he llevado grandes sorpresas», asegura Berta. Como Lucía, los consejos a sus sucesoras se centrarán en que intenten disfrutar cada segundo. Que es un año único e irrepetible, y que es importante compartirlo con las mujeres y las niñas que conforman las cortes. Para Berta, la relación fraternal que ha tenido con Lucía es para ella un regalo añadido. «Ha sido mi hermana pequeña», y tiene claro que se mantendrá inalterable en el futuro. También tienen claro las dos que sin el apoyo de sus familias no hubiera sido posible. «Cuantas más personas estén a su lado, mucho mejor», asegura Berta.
Lucía revela que este fin de semana ha podido hablar con la corte que se enfrenta al momento de la telefonada mañana. «Están nerviosas», asegura. Lo recuerda tal cual, con esa emoción que ya le ha sido muy difícil de dejar de sentir durante su intenso reinado, en el que cada una ha dejado huella a su manera. En este sentido, Berta confiesa que le hubiera gustado que alguien le dijera que lo estaba haciendo bien. «Que no hay una única forma de ser fallera mayor de Valencia, que todas son válidas, porque depende de la personalidad de cada una». Y las que lleguen, a su manera, irán moldeando ese cargo que debe evolucionar, como lo hace la sociedad, para que puedan ser representantes de las Fallas y, a la vez, referentes.
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