
Ver 13 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 13 fotos
Algo tendrá la calle del Túria cuando se ha convertido en el lugar donde todo el mundo quiere estar. Sin dejar de lado el problema ... de la vivienda, que castiga a muchas zonas de la ciudad, el barrio vive ahora, desde hace ya algunos años, una época de esplendor, viendo pasar cada a día a cientos de personas locales que han llegado con el anhelo de poder seguir viviendo en un barrio. Podría ser por su creciente oferta hostelera, o su conocido carácter cultural, su proximidad al río, su ubicación a espaldas de uno de los jardines más bonitos de Valencia, o la fortuna de conservar todavía un mercado local, el de Rojas Clemente, lo que han hecho de la calle del Túria un oasis para los valencianos que desean seguir disfrutando de la autenticidad de la ciudad. «Llevamos notando cambios quizás desde los últimos cinco años», cuenta Violeta Juárez, que es vecina de la calle desde que nació y lo sigue siendo ahora, ya independizada. «Es un barrio que todavía tiene mucha esencia», confiesa.
En cuánto a lo gastronómico, la calle se ha llenado de propuestas, como la del restaurante Cuarte, la del café Defecto, o la del bar Tranquil, que abría hace tan sólo unas semanas: «Queríamos ofrecer vino y vermut valenciano, pero sobre todo queríamos un bar que hiciera barrio. Lo más importante para nosotros era tener un local bonito, agradable y tranquilo, para la gente de aquí y con precios razonables», cuentan los dueños del bar, los hermanos David y Javier Hipólito. Defecto, por su parte, es un local de vinos naturales y café de especialidad, con una estética muy concreta, la de esos locales minimalistas que están ahora tan de moda. Su propietaria, María Pineros, reconoce, y muy orgullosa, que «entre un 80 y un 90% de mi público es valenciano». Y es quizás justo aquí donde reside el encanto de la calle, una vía que se ha ido renovando poco a poco, capa a capa, donde se respira un ambiente fresco, moderno y actual, pero no para los de fuera, sino para los de aquí.
Tienen un centro de pilates, Studio 38, una sala de monólogos, la Sala Girasol, una oficina compartida, Coworking Botánico, una cafetería donde poder compartir espacio con gatos en adopción, La fábrica de huellas, y sitio para tomarse unas copas, Túria Bistro Pub, con música agradable y mucha personalidad. Ambiente de día, pero también de noche, pues es una comunidad llena de gente joven, así como de familias, igualmente jóvenes. Los negocios más recientes conviven a la perfección con los negocios de toda la vida, que son el corazón del barrio. Como el horno pastelería Nou Dorita, que reside en la vía desde 1973. También es mítica la Sala Off, un teatro y escuela de artes escénicas, que lleva en el distrito más de veinte años y se ha ido ampliando con el paso del tiempo. O la academia de baile Botànic Espai de Dansa. Y algo más reciente la incorporación de La Libre, un espacio gastro cultural donde se celebran frecuentemente presentaciones de libros. Centros que congregan la cultura de la zona, y aportan también ese aire bohemio tan característico de la calle. El atractivo por excelencia del barrio, mencionado por cada vecino sin excepción, es el Jardín Botánico, un museo vivo, un paraíso verde desde el que cuesta creer que sigues en la ciudad. Estos son sólo algunos de los motivos que han hecho de la calle del Túria una zona en plena efervescencia, con el cariño y el cuidado de su gente, para seguir siendo lo que es, un magnífico barrio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.