La empresaria que vino del frío
De pequeña, Alexandra Malikova, originaria de Rusia, viajó por todo el mundo con sus padres, hasta que se instaló en Guardamar. Pero fue una visita en Fallas la que le animó a trasladarse a Valencia, donde ha encontrado una segunda familia gracias al diseñador Alejandro Resta
Alexandra Malikova se instaló en Valencia hace doce años después de vivir una temporada en Guardamar. Allí terminó el trabajo de fin de carrera de ... Psicología y Politología y, durante dos años, estudió español y Bellas Artes en Alicante. Nacida en Rostov, Rusia, Alexandra viajó desde pequeña con sus padres por todo el planeta, lo que le llevó a desarrollar una visión cosmopolita del mundo y a hablar cinco idiomas: ruso, español, italiano, turco e inglés. «También me defiendo en francés, siempre tuve claro que la importante es formarte en otras culturas. Un día vine a Valencia a visitar las Fallas, me encantó y empecé a pensar en como instalarme aquí, vivir en una urbanización se me quedaba pequeño».
Fue en Valencia donde Alexandra decidió emprender con FaceAngel, una distribuidora de productos cosméticos fabricados en Austria con la que, además, colabora en el desarrollo estratégico de nuevas líneas de negocio. «El producto estrella es el sérum de pestañas, fui la segunda en traer a España este tipo de cosméticos. En Rusia la mujer cuida mucho su aspecto físico y es a lo que yo estaba acostumbrada. Aquí he adoptado un estilo más natural».
Una de las primeras personas que Alexandra conoció en Valencia fue a Alejandro Resta. Con el tiempo, el diseñador no sólo se ha convertido en uno de sus íntimos amigos sino que, junto a su madre y su hermana, conforman para ella una segunda familia.
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Para la empresaria, Valencia tiene de todo. Es grande, pero conserva la cercanía y la familiaridad de los barrios, alberga teatros, museos y una amplia oferta cultural. Su integración ha sido tal que incluso ha ganado un concurso de paellas en una falla. En su tiempo libre Alexandra disfruta paseando por la Marina Sur o la playa del Parador del Saler, donde desconecta pasando el día leyendo. Sin embargo, pasa la mayor parte del día en el Ensanche. «Me conozco los bares, los porteros, los comercios… estoy buscando una casa para trasladarme allí».
Contra la guerra
Alexandra es de Rostov, la región rusa fronteriza con el territorio ucraniano controlado por los rebeldes prorrusos del Donbass. «Yo estoy en contra de la guerra y cuando empezó tuve muchos problemas en redes sociales. Incluso si no escribía nada había gente que se molestaba. Tengo amigos rusos y ucranianos y es muy duro todo lo que está pasando».
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