Borrar
Urgente Los WhatsApp de Pradas muestran que Presidencia conoció que había un fallecido por la dana a las 16.28 horas

Lunes, 17 de septiembre 2018, 01:08

Modo oscuro

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

IRENE MARSILLA
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.
La artista volvió a Albalat de la Ribera, el lugar que la vio nacer, para construir un oasis creativo que ha reformulado su obra. Unas antiguas caballerizas acogen ahora su espacio de trabajo. La vivienda guarda la estructura y distribución original de las casas antiguas de la zona, con un patio salpicado por enormes limoneros.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias La casa de Rebeca Plana, los colores del pueblo