Sánchez: «La inmigración es una cuestión de solidaridad, dignidad y racionalidad»

Se espera que la situación vaya a peor en otoño debido a la mejora de las condiciones del mar y a la inestabilidad que sacude a Malí. El país africano vive en guerra civil desde hace doce años, lo que ha llevado a más de 200.000 de sus ciudadanos a refugiarse en el país vecino. Ante la imposibilidad de recibir asistencia miles de malienses se juegan la vida al embarcarse en la ruta canaria, la más mortífera del mundo a día de hoy. Solo ayer se rescató al sur de Gran Canaria una embarcación a la deriva con 120 personas a bordo, la gran mayoría de ellas malienses.

La primera parada del jefe del Ejecutivo fue Nuakchot donde se reunió con el presidente mauritano, Mohamed Ould Ghazouani y compartió después una cena de trabajo. Sánchez ya visitó el país el pasado febrero junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Entonces se comprometieron 500 millones de euros para el control de los flujos migratorios. Las costas de Mauritania son el principal punto de partida hacia Canarias.

En una declaración institucional junto a su homólogo africano, Sánchez anunció acuerdos para reforzar las relaciones bilaterales en la lucha contra las mafias de personas y para avanzar en una inmigración ordenada, en la que se forme a los trabajadores en el país de origen para que después ingresen en España de forma legal y segura.

«La inmigración es una cuestión de solidaridad, dignidad y racionalidad», destacó el líder socialista antes de recordar la aportación a la economía nacional de los trabajadores extranjeros.

Uno de los asuntos espinosos a tratar ha sido la decisión del Gobierno de imponer visados de tránsito a los ciudadanos mauritanos, una medida que se impone a partir de hoy para evitar que cuando los pasajeros hagan escala soliciten asilo en el momento de pisar el aeropuerto madrileño de Barajas.

El presidente del Gobierno viajará hoy a Gambia y el jueves cerrará la gira en Senegal. Los tres países que conforman la visita cuentan con un sistema democrático pero estable, lo que habilita a sus gobiernos para recibir fondos tanto de España como de la Unión Europea. Además, en ellos se encuentran destinados un centenar de miembros de la Policía Nacional y Guardia Civil para colaborar con las autoridades locales en materia migratoria.

Tras el Consejo de Ministros, la portavoz Pilar Alegría cargo contra el Partido Popular por su falta de colaboración para abordar una política de estado. «Cuando llegamos a Moncloa no existía política migratoria», denunció la titular de Educación, quien añadió que «el Partido Popular, en vez de recoger nuestra mano y la mano del Gobierno de Canarias y también de Ceuta, ha preferido en esta materia copiar las políticas de la ultraderecha». Alegría añadió que «es necesario incrementar esas políticas de cooperación con los países de tránsito y de origen» un propósito que ha llevado a Sánchez a emprender esta gira nada más regresar de sus vacaciones estivales.

Desde las filas populares se dio la vuelta a los argumentos del Gobierno. Su número dos, Cuca Gamarra, censuró «la ausencia absoluta de una política migratoria de Estado por parte del Gobierno de Sánchez» y recordó que «lo que hoy se vive en Canarias y Ceuta se había advertido desde hace más de un año».

La formación que preside Alberto Núñez Feijóo registró el pasado día 20 en el Congreso una proposición no de ley (PNL) en la que propone medidas como el aumentos de efectivos de las Fuerzas de Seguridad en las fronteras tensionadas e involucrar a la Unión Europea en su control como hace con Italia y Grecia o convocar una Conferencia de Presidentes para tratar la crisis.