Podemos y Compromís defienden las leyes propuestas por Les Corts frente a los recelos del Consell

La portavoz del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, mostró el viernes buena predisposición a que la ley de Economía Circular, paralizada en el último momento pero que emana de una proposición de Les Corts, se presente cuando sea necesario. No obstante, la vicepresidenta advirtió de que el Consell «prefiere» que las iniciativas que implican la acción del Gobierno «se tramiten como proyectos de ley» del Gobierno presentadas en el parlamento, en lugar de proposiciones de los grupos parlamentarios. En definitiva, que los diputados no pongan sus manos legislativas en los asuntos que competen al Consell. Tales preferencias caen en saco roto en lo que respecta a Podemos, que de las tres formaciones del tripartito es la que mantiene una relación más independiente con el Ejecutivo, quizá porque sus competencias en el Consell son porcentualmente pírricas, por lo que sus pretensiones legislativas no colisionan con los intereses de sus compañeros en el Ejecutivo.

En relación a esas preferencias expresadas por Oltra, la síndica de Podemos, Naiara Davó, explicó que la intención de su grupo es mantener su actividad como hasta ahora. Por su parte, la diputada Estefanía Blanes, integrada en Unidas Podemos pero militante de EU, advirtió de que «el poder legislativo está en Les Corts y nuestra función es presentar leyes que luego el Ejecutivo ponga en práctica y lo seguiremos haciendo». Blanes, recordando a Montesquieu ante la amnesia gubernamental.

Desde Compromís, su síndic, Fran Ferri, se mostró comprensivo si bien indicó que leyes como la de la Economía Circular o la de Transparencia se presentan como proposiciones porque hay pactos políticos acordados por el tripartito, al margen del Consell, en los que se insta a trabajar normas a través de la Cámara y que así se seguirá haciendo.

El síndic del PSPV, Manolo Mata, sí se mostró muy comprensivo ante las preferencias del Gobierno y señaló que la iniciativa de la Cámara en torno a leyes como la de Economía Circular obedece a que así se acelera su aplicación. El portavoz socialista admitió que utilizarían «a la carta» los procedimientos con el fin de aprobar leyes, unas veces a través de proyectos (dependientes del Consell) y otras como proposiciones (emanadas de Les Corts). Mata reconoció además que, en el caso de la de Economía Circular, paralizada la semana pasada por la discrepancia del Ejecutivo, sí pasará por varios tamices jurídicos propios de los proyectos del Consell, pero no por todos, con el fin de dotarla de seguridad jurídica, aunque ahorrándose algunos procesos de control que al Botánico le estorban. Un proyecto de ley precisa de cerca de dos años para salir adelante, ya que los informes pertinentes son más exhaustivos, mientras que las proposiciones de Les Corts esquivan la mayoría de los pronunciamientos que los organismos estatutarios sí deben ofrecer a las iniciativas que nacen del Consell. Para justificar el bufé legislativo (coger de todo un poco según apetece), el síndic del PSPV recordó proposiciones de ley de la pasada legislatura en las que votó a favor por «lealtad» a pesar de considerarlas una chapuza jurídica. En el caso de la ley de Economía Circular, Mata considera necesario contar con el visto bueno del Consell Jurídic Consultivo, así como del propio Consell, mientras que otros trámites serán sorteados a capricho.