Orengo ficha como alto directivo de Baleària al mes de dejar el Palau

«Estoy muy contento del nuevo camino y de no estar en política», declaró Orengo. «Es una gran oportunidad profesional para mí y me centro en ella», aseguró.

José Manuel Orengo dejó el cargo como asesor de Presidència el pasado 25 de septiembre -su cese se publicó el 30 de ese mes- con la intención de desconectar un par de meses. De hecho, dijo este jueves el propio Orengo, se llegó a apuntar al paro pero recibió la llamada de Adolf Utor y le ofreció un puesto «al que no podía decir que no».

Utor es un viejo conocido del PSPV, además de actual presidente de Baleària. Fue secretario general del PSPV de la Marina Alta en la década de los 90, vocal en la ejecutiva nacional del PSPV y primer teniente de alcalde en Dénia. Sigue teniendo una alta ascendencia en el socialismo de la comarca y buenas relaciones con la cúpula autonómica del partido.

La incorporación de Orengo al alto cargo directivo de Baleària coincidió con que el Ayuntamiento dianense, por procedimiento de urgencia, votó a favor (PSPV, Compromís, Podemos y Gent de Dénia-Centre Unificat) de reclamar la conversión del puerto, de titularidad de la Generalitat, a autónomo. Los concejales de PP y Ciudadanos se pronunciaron en contra porque entienden que se beneficia a una determinada empresa, Baleària, y se ha dejado de lado al resto de entidades relacionadas con la actividad portuaria al adoptar esa decisión. La iniciativa del Ayuntamiento de Dénia tendrá que pasar por la aprobación del Consell.

Orengo inició su actividad política en 1995 y durante 23 años esa ha sido su vida. Llegó al Ayuntamiento de Gandia de la mano de Pepa Frau. Fue alcalde entre 2003 y 2011, diputado provincial de 2011 a 2015 y en la actual legislatura inició la andadura siendo el jefe de gabinete para tutelar al entonces presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez. Duró seis meses en el puesto.

Tras su salida de la corporación provincial se encaminó hacia un laboratorio de ideas centrado en la resolución de problemas municipales y toma de decisiones, el Centro de Investigación para el Conocimiento en la Administración Local, más conocido como Cical. Fue de la mano de universidades, y, sobre todo, financiado con dinero del Consell -pensaba obtener 400.000 euros-, diputaciones y ayuntamientos. El escándalo propició que en marzo de 2017 Puig se desentendiese del proyecto y Orengo abandonó.

Pero Puig no dejó en la estacada a quien llegó a ser número tres en el PSPV y lo fichó como asesor en Presidencia de la Generalitat, cargo en el que Orengo ha estado poco más de un año.

.