¿Si Diana Morant estuviera en Les Corts se presentaría la moción de censura?

Entre las razones que argumentan los socialistas valencianos, además de la falta de votos para aprobarla –se necesita la mayoría absoluta (50) y la suma de PSPV y Compromís se queda en 46- pasa porque, para aprobarla, habría que confiar en el apoyo de los diputados de Vox. ¡De Vox, ni más ni menos! El partido al que se le hace un cordón sanitario, el demonio disfrazado de 13 diputados de Les Corts, el maligno… Con Vox ni a la vuelta de la esquina, se ha venido diciendo desde el inicio de legislatura desde la bancada de la izquierda. Eso sí, si quisieran votar la moción de censura…

Pero no quieren. El partido de José María Llanos cuestiona abiertamente la gestión de la dana por parte del Consell de Mazón. Pero de ahí a apoyar a socialistas y nacionalistas para que recuperen el Gobierno va un trecho.

Volvamos al PSPV. Morant anuncia un nuevo plan que sustituirá esa moción de censura a la que Compromís ha tratado de empujar a los socialistas. La líder del PSPV rechaza comprar el discurso de los nacionalistas, cómodos en una reclamación para la que no tendrían (ellos) que presentar un candidato alternativo. Y por tanto, exentos del desgaste que supondría no poder sacarla adelante.

¿Y el PSPV? Los socialistas valencianos podrían presentar un candidato en su moción de censura de entre sus 31 diputados. Pero –siempre hay un pero- ese candidato en ningún caso sería… Diana Morant. Porque la líder del partido no es diputada autonómica, y el Reglamento de Les Corts exige, a diferencia de lo que ocurre en el Congreso de los Diputados, que el aspirante a la presidencia del Consell tenga la condición de parlamentario.

Morant no puede presentarse con esa moción de censura. Pero ¿y si pudiera, si la ministra pudiera ser la candidata alternativa a Mazón, se presentaría esa moción? En el seno del socialismo valenciano existe como poco la duda, si no la convicción más o menos extendida en algunos círculos, de que sí, de que Morant entonces sí que daría luz verde a esa maniobra. Las opciones de victoria seguirían siendo las mismas –ninguna-, pero la dirigente socialista disfrutaría del escaparate que supone una intervención en Les Corts y, por encima de eso, del foco que los medios de comunicación pondrían en un debate que volvería a poner sobre la mesa la gestión de la dana por parte de la administración autonómica.

Como es sabido, la ministra no anda sobra de nivel de popularidad, según constatan las encuestas del CIS. Una situación que se suma a la creciente popularidad de la delegada del Gobierno y miembro de la dirección federal del PSOE Pilar Bernabé. Hasta el punto de que el debate abierto en las filas socialistas tiene que ver con cuál de las dos debería encabeza el ticket que forman.

Aún así, las decisiones tomadas en las últimas horas han generado desconcierto en el partido. «En el PSPV no se percibe estrategia de acoso y derribo contra Mazón», admite un veterano del partido, que lamenta la confusión con el debate sobre la moción de censura, no tanto por su utilidad o no, como por el cambio de criterio respecto a la presentación de la misma.

El caso es que el debate sobre mociones de censura lo abrió en el seno del PSPV el alcalde de Ribarroja y candidato a la secretaria provincial del partido en Valencia Rober Raga, que centró buena parte de su estrategia de campaña precisamente en la reivindicación de mociones de censura contra el propio Mazón y contra el president de la Diputación Vicent Mompó. Raga agitó esa bandera a modo de crítica contra el otro aspirante y, finalmente, reelegido líder provincial de los socialistas, Carlos Fernández Bielsa.

Pero una bandera que, en realidad, sonaba bastante más a debate hueco que a realidad con opciones de fructificar. De hecho, para presentar una moción de censura en una entidad local, como es la Diputación, se necesitan las firmas de todos los que la vayan a votar. Y el partido de Jorge Rodríguez, imprescindible para decantar la mayoría en la corporación provincial, nunca llegó a plantearse en serio esa posibilidad.

De hecho, es en Les Corts y no en la Diputación donde la presentación de una moción de censura contra el president resulta más sencilla. Se necesita la firma de un mínimo de 20 diputados. Ese es el motivo por el que Compromís no puede por sí mismo –solo tiene 15- y por el que resulta más llamativo que el PSPV, que sí que podría, no lo haga. Máxime siendo el aparato más afín a Morant el que impulsó la candidatura de Raga al liderazgo provincial.