La final de la Champions (del PSPV) se juega en Madrid

El socialismo valenciano afronta su particular final de la Champions con dos favoritos para hacerse con el título de secretario general del PSPV. Uno de ellos es Alejandro Soler, diputado nacional y líder provincial de los socialistas alicantinos. En la entrevista que publica este martes este diario deja clara con contundencia su voluntad de optar al liderazgo del partido. Soler también ha subrayado que esa posición de Ximo Puig en la que hace compatible el grupo de Les Corts (es el presidente), el Senado (preside la comisión de presupuestos) y el líderazgo del PSPV, es bastante insostenible en el tiempo.

Soler es uno de los finalistas. La otra es la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant. La única valenciana en el consejo de ministros que preside Pedro Sánchez -tras el sonoro patinazo de Ximo Puig- es la opción preferida por los partidarios de una línea continuista en el socialismo valenciano. De confianza máxima de Sánchez, claro está, Morant no ha verbalizado su voluntad ni sus intenciones. Pero tampoco existe ninguna duda de que hará exactamente lo que el líder del PSOE le pida que haga.

Esa diferencia en la voluntad de uno y otro es un primer matiz significativo en esta final de Champions. Uno, Soler, demostrando las ganas y la voluntad de encabezar el partido. La otra, Morant, esperando a qué le digan si saltar o no a la piscina. En el entorno del líder alicantino es extendida la convicción de que el socialismo valenciano «necesita que su nuevo líder quiera serlo, no uno al que le designen como tal».

Soler y Morant iban a coincidir la noche de esta martes en una cena en Madrid. Una cita organizada por el líder alicantino, inicialmente solo para diputados y senadores valencianos, y a la que se habían acabado incorporando una treintena de personas. Entre ellos, el aún líder del PSPV, Ximo Puig. Una cita de carácter navideño, pero con una nómina de invitados alrededor de una misma mesa que concitaba todo el morbo. El retraso en la finalización del pleno del Congreso ha acabado obligando a aplazarla.

¿Y por qué la final de la Champions se juega en Madrid? El PSPV en la oposición no es el PSPV en el Palau de la Generalitat. Obviar la influencia que tendrá el criterio de la dirección federal -léase Pedro Sánchez- en la decisión definitiva del congreso de los socialistas valencianos de finales de 2024 sería hacerse trampas al solitario.

De hecho, Ferraz visita esta semana la federación socialista valenciana. Santos Cerdán estará el viernes en un acto con el líder del PSPV de la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa. Y el sábado, después del comité nacional, con el alicantino Soler, con quien mantiene hilo directo. Soler va dando pasos, enseñando sus cartas. El socialismo valenciano observa la evolución de los acontecimientos. Ferraz también.

Morant es ministra del Gobierno de Sánchez. Soler es diputado nacional. De manera que ni el uno ni el otro tienen ya no escaño en Les Corts, sino tampoco una plataforma pública clara desde la que plantear oposición al Consell de Carlos Mazón. Morant puede aprovechar la plataforma pública que supone ser miembro del Gobierno de Sánchez. Pero incluso esa función parece difícil de hacer compatible con la secretaría general de un partido obligado a hacer oposición.

De hecho, la única responsabilidad dirigida por el PSPV en la Comunitat es la delegación del Gobierno que ocupa Pilar Bernabé -que también acudía a esa cena en Madrid finalmente suspendida-. Bernabé continúa al frente de su puesto, aunque el consejo de ministros releva este martes a varios de ellos.