Un exconcejal de Barberá, imputado por intentar vender la casa que había ocupado

Pero sus problemas no han desaparecido fuera de la política. Es más, la situación se ha complicado en los últimos meses. El juzgado de Instrucción 6 de Paterna le acaba de imputar por un delito de estafa. El siguiente paso será su citación como imputado. Las diligencias han salpicado también a su pareja, Elmira Serrano.

Los hechos resultan rocambolescos. La empresa de Jurado, la conocida pirotécnica, entró en concurso hace años. Producto de esa situación, tanto la sociedad como la vivienda, un lujoso chalé en una urbanización de lujo, pasó a ser propiedad de otra mercantil.

El día que una comitiva judicial acudió al inmueble para tomar posesión de la propiedad -hasta ese momento pensaban que estaba deshabitado- se encontraron con una monumental sorpresa. Después de que un cerrajero abriera la puerta principal, una mujer salió del inmueble y aseguró que aquella era su residencia. De inmediato, llamó a su marido, Juan Vicente Jurado. La Policía no tardó en personarse en el lugar para aclarar el entuerto. El proceso judicial se detuvo en aquel momento ante la controversia acerca de quién residía realmente allí.

Las sorpresas no quedaron en el relato anterior. El propietario del inmueble había sospechado unos meses antes de un anuncio en una inmobiliaria donde se ponía a la venta un chalé de similares características al suyo, valorado en tres millones de euros. Fue entonces cuando, según la querella, el letrado del perjudicado acude al lujoso inmueble y allí estaba Jurado junto a una profesional de la inmobiliaria, especializada en viviendas de alto standing.

Más tarde, tras todo el incidente donde Jurado es sorprendido en el propio chalé, también aparece otro anuncio de la propiedad en páginas web. De hecho, la responsable de la agencia también ha sido imputada en la investigación judicial. LAS PROVINCIAS ha tratado sin éxito de recabar la versión del exedil sobre este extraño episodio.

No es la primera vez que Jurado tiene encontronazos con la Justicia. Un juzgado de Valencia ejecutó hace años el desahucio de una planta baja en la que el concejal popular tenía durante las Fallas una tienda de venta de petardos y del que, según el propietario, adeudaba unos 18.000 euros por quince meses de alquiler.

El dueño de este inmueble, Pablo Martínez Tenorio, señaló en su momento que pese a que tenía otros interesados en el local, se lo alquiló a Jurado porque le pareció «una persona honesta» y le dio «confianza» el que le entregara una tarjeta de visita como concejal del Ayuntamiento. Una estrategia similar a la que desarrolló cuando trataba de vender el inmueble cuando se presentó como un conocido político del PP, según relata la querella de empresario.