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El Botánico evidencia su división y renuncia a pedir para la Comunitat el mismo déficit que el País Vasco

El Botánico evidencia su división y renuncia a pedir para la Comunitat el mismo déficit que el País Vasco

La Conselleria de Hacienda presiona y Compromís desiste en secundar la propuesta de Cs que los nacionalistas apoyaron para aumentar el gasto presupuestario en 3.000 millones de euros

burguera

Jueves, 24 de septiembre 2020, 00:15

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El Botánico se mostró ayer abierta y públicamente dividido en relación a la posición de Compromis, que a su vez secundaba una iniciativa de Ciudadanos, con el fin de defender que el Consell inste al Gobierno a otorgar a la Comunitat el mismo trato respecto al déficit presupuestario que va a recibir el País Vasco. Hace una semana, los nacionalistas valencianos quisieron facilitar un debate en Les Corts sobre esa posibilidad, de ahí que se sumasen a una iniciativa de Cs, que un día antes había anunciado su intención de que la Cámara aprobase una declaración institucional pidiendo el mismo trato presupuestario para la Comunitat que para los vascos: lograr del Gobierno central la autorización para excederse en el déficit en el mismo porcentaje que el Ejecutivo de Urkullu. Ciudadanos transformó la idea en una propuesta de resolución que se discutió ayer en el marco del debate de política general. Compromís quería apoyarla. No obstante, el tripartito ha ido de la mano, ha mostrado una unidad de acción (pero no de pensamiento) a la hora de presentar resoluciones, y finalmente los nacionalistas tuvieron que renunciar a su deseo de secundar públicamente la iniciativa de Ciudadanos.

Durante toda la mañana de ayer, desde Compromís se intentó convencer a sus socios en el Botánico. Por su lado, desde la Conselleria de Hacienda se presionaba para evitar secundar la iniciativa de Ciudadanos, según fuentes del tripartito. El síndic del grupo nacionalista, Fran Ferri, confirmó las negociaciones en el seno de la izquierda porque la intención de Compromís era «transaccionar» con Ciudadanos. Sin embargo, tanto los podemistas como los socialistas se oponían. Los morados objetaban que lo necesario es «una reforma integral del modelo de financiación». Una obviedad. En cualquier caso, los podemistas precisaban que esa posibilidad de ampliar el margen del déficit valenciano al mismo nivel que el del País Vasco les parecía «insuficiente», además de criticar la posibilidad de negociaciones «bilaterales», algo que ya se ha producido y que ha provocado, precisamente, que los vascos sí tengan más margen para sobrepasar sus presupuestos, ya que el Gobierno central se lo ha autorizado.

La petición que quería Ciudadanos que suscribiera el resto de la Cámara suponía pasar del déficit autorizado del 0,2 % del PIB al 2,6 % (límite autorizado para el País Vasco), lo que redundaría, partiendo de la base de los últimos presupuestos autonómicos, en alrededor de 3.000 millones de euros. Cs retó, de este modo, al Consell a que apoyase ese incremento. Compromís dijo que sí hace una semana, pero ayer tuvo que dar un paso atrás y presentar junto al resto del Botánico una contrapropuesta que Ciudadanos consideraba insuficiente por no incluir ningún tipo de referencia a la situación de privilegio de los vascos en cuanto al margen del déficit.

El diputado de Cs, Tony Woodward, lamentó ayer el modo en que Compromís había reculado. Hurgó en la herida de los nacionalistas. «¿Qué va a hacer Compromís con su PNL? ¿Qué va a decir de todo esto Baldoví?», se preguntó. No obstante, la propuesta no se votó ayer, sino que se hará a partir de mañana telemáticamente porque hay diputados que no pueden asistir al pleno. Se rechazará, previsiblemente, el viernes. O no.

Desde la oposición se considera paradójico que el tripartito pelee por poder elevar la presión fiscal en la Comunitat, introducir nuevos impuestos en materia medioambiental, y lo justifiquen por la necesidad de incrementar los ingresos de la Generalitat para poder costear los esfuerzos públicos relativos a la lucha contra los efectos de la pandemia, y, sin embargo, el Botánico en su conjunto ponga trabas a la hora de apoyar iniciativas como la de Cs, que también busca incrementar los recursos, pero por la vía de igualarse en el trato presupuestario con comunidades autónomas en mejor situación.

Desde Ciudadanos se recordó que desde la llegada del Botánico se ha introducido en los presupuestos de todos los años una partidad de 1.325 millones que no sale de ningún lado, sino que es reivindicativa, un modo de protestar por la infrafinanciación. Para Cs, su propuesta solucionaba esa carencia económica hasta que el Gobierno articule un nuevo sistema de financiación.

 El malestar en Compromís era notorio. Su portavoz adjunta, Aitana Mas, que fue precisamente quien realizó la PNL que secundaba hace una semana la iniciativa de Ciudadanos, era quien inicialmente debía defender la posición botánica. Pero no. Dijo que no. Finalmente no lo hizo ella ni nadie de su coalición. Se salieron del foco. Probablemente votarán en contra de la proposición de Cs, pero lo harán con la nariz tapada. Algo similar a lo que hacía el PSPV cuando, por «lealtad al Botánico», secundaba iniciativas de Podemos con las que no estaba de acuerdo. Eran otros tiempos, ahora los podemistas y socialistas van de la mano y es Compromís el que se sitúa en en la periferia del entendimiento tripartito. Precisamente, fue un socialista, José Muñoz, quien tuvo que reemplazar a Mas.

Al filo de las 21 horas, con los diputados ya cansados y nerviosos, Woodward recalcó su deseo de que no hayan privilegios en los déficits autonómicos. El diputado de Ciudadanos criticó la rapidez con que el País Vasco logró mejorar su margen de exceso de déficit presupuestario, con la colaboración del Gobierno central. «Privilegios para unos y maltratos para otros», lamentó Woodward en relación a los valencianos. Muñoz justificó su rechazo a la propuesta porque «Euskadi no ha podido acceder a los fondos Covid» que el Gobierno central repartirá entre autonomías. «Nos podemos entender, todos queremos cambiar la financiación, pero no se pueden comparar dos modelos distintos de tributación, el vasco y el de la Comunitat. Usted parece que lo único que quería era ver cómo un partido político modificaba su posición y que hubiera una confrontación un poco extraña«, señaló Muñoz en defensa de la posición del Botánico, que votará con cada uno de sus socios mirando hacia otro lado.

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