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El primer policía investigado en el 'caso Gao Ping' se enfrenta a nueve años de prisión

El inspector jefe Gómez Gordo, responsable de Extranjería, será juzgado por el secuestro de una ciudadana china tras el robo de tres millones que derivó en el 'caso Emperador'

Mateo Balín

Lunes, 18 de julio 2016, 20:11

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El 'caso Emperador', la supuesta trama china de blanqueo de capitales, extorsión y torturas que investiga la Audiencia Nacional desde 2012, y que fue el origen de la llamada guerra de comisarios que ha salpicado al Ministerio del Interior con las grabaciones a Jorge Fernández Díaz, tuvo dos capítulos previos, aislados y bastante desconocidos, que la Justicia dirime ahora.

La vía para llegar al 'caso Emperador', cuyo protagonista más relevante es el empresario y mecenas chino asentado en España Gao Ping, fue un suceso en un área de servicio de la autovía A-2 en dirección a Barcelona. La madrugada del 20 de septiembre de 2009, en el Restaurante Área 103, antigua Venta de Almadrones, provincia de Guadalajara, seis encapuchados en connivencia con el conductor de una furgoneta Mercedes que utilizaban ciudadanos chinos «para evadir grandes cantidades de dinero escondido entre ropa», asaltaron el vehículo apoderándose de un millón de euros en metálico, aunque probablemente fueron más de tres, según determinó la investigación judicial.

El Grupo V de Extranjería de Madrid, comandando por el hoy inspector jefe Miguel Ángel Gómez Gordo, se hizo cargo de las pesquisas aunque los hechos ocurrieron en Guadalajara y el juzgado competente era el de Instrucción número 1 de Sigüenza, localidad a 132 kilómetros de la capital madrileña.

Desde el primer momento el interés del grupo de Gómez Gordo y de los perjudicados por el robo se centró en recuperar el dinero sustraído, poniéndose de relieve en dicha causa una «extraña connivencia entre las víctimas del robo y su letrado con la unidad policial que llevó a cabo las investigaciones», según un escrito judicial.

En el sumario del caso se encuentra un oficio mandado al juzgado por la Brigada de Extranjería y Documentación que decía: «La experiencia de este grupo operativo con la comunidad china hace saber que la presión que ejerzan los perjudicados puede ser muy efectiva, ya que toda la comunidad tanto en Madrid, España, Europa e incluso en sus ciudades de origen en China conocen el asunto y les apoyan, por lo que los autores conocen perfectamente que deberán estar ocultándose constantemente y buscarán una salida pactada en cualquier momento».

Mientras se realizaban las diligencias para seguir el rastro del dinero, se produjo la detención de nueve personas de nacionalidad china por el robo. Este grupo recibió el chivatazo del conductor de la Mercedes. Alquiló una furgoneta en Puertollano (Ciudad Real). Robaron el botín disfrazados y a punta de pistola en la citada área de servicio de Guadalajara y, tras retener a lo ocupantes y soltarles en la calle Alcalá de Madrid, tenían previsto repartirse el trofeo en una vivienda de Villamanrique del Tajo.

Por estos hechos, la Audiencia Provincial de Guadalajara condenó en octubre de 2014 a cinco de los nueve acusados a penas de prisión de un año y medio hasta los 14 años por delitos de robo con violencia, detención ilegal y lesiones. Esta sentencia no es firme y está a la espera del recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

El secuestro de Jinfang

Cerrado este primer capítulo que derivaría en el 'caso Emperador', con más de un centenar de detenidos en octubre de 2012, entre ellos las víctimas del robo de Sigüenza, su abogado, el inspector jefe Gómez Gordo o un guardia civil , se produjo otra secuencia de hechos que ahora juzgará la Audiencia Provincial de Madrid. Se trata del secuestro de una ciudadana china en el marco de las pesquisas para recuperar los tres millones de euros sustraídos en Guadalajara.

La mujer se llama Jinfang Yin, a quienes los perjudicados por el robo contactaron en Madrid bajo una falsa oferta de trabajo. Esta joven estudiante estuvo más de 13 horas retenida en un chalet de Parla, a 20 kilómetros de Madrid. Le maniataron y amenazaron con una pistola en la sien y una porra eléctrica para sacarle información sobre el destino de los tres millones de euros.

Tras quedar en libertad, la mujer llamó a su novio español para contarle lo ocurrido y en seguida llegaron a Parla tres agentes del Grupo V de Extranjería de Madrid, el de Gómez Gordo, a quienes les explicó lo que había sucedido. «No nos cuentes películas», respondieron los agentes. La chica fue detenida y llevada a comisaria. Allí le exhibieron las fotos de los supuestos atracadores y le preguntaron por varios números de teléfono. Igual que en el chalet de Parla, una circunstancia que le llevó a pensar en la connivencia entre unos y otros.

Jinfang Yin pasó ante el juzgado de Madrid tras agotar el tiempo máximo de detención. La juez titular le mandó a un centro de salud por su «lamentable estado». Fue examinada y el parte médico reflejó «malos tratos y agresiones». Las pesquisas judiciales avanzaron y el juzgado abrió juicio oral contra tres ciudadanos chinos que supuestamente secuestraron a la víctima y contra el inspector jefe Miguel Ángel Gómez Gordo.

En su calificación provisional de los hechos, la acusación particular reclama cuatro años y medio de prisión para los tres primeros acusados y nueve años de prisión y 16 años de inhabilitación absoluta para el jefe del grupo de Extranjería. Le imputan delitos de detención ilegal, torturas y contra la integridad moral. Le acusan básicamente de planear el secuestro para recuperar el botín de Guadalajara. Gómez Gordo será juzgado por la Audiencia Provincial de Madrid.

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