El plante del PSPV

La dirección del PSPV y la del grupo parlamentario en Les Corts se reunirán mañana para decidir si dejan plantado al PP valenciano en la comisión de estudio de la reforma del Estatut que los populares han planteado en la Cámara valenciana. El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, y el síndic del PSPV en Les Corts, Antonio Torres, abordarán la decisión. Aunque el mismo día en que el portavoz parlamentario del PP, Jorge Bellver, lanzó la propuesta para que las jornadas de debate se habiliten en julio, desde Blanquerías transmitieron la idea de que "estudiarían" la propuesta, parece que podrían optar por no participar del debate.

Fuentes del partido reconocen que no acudir a la comisión que propone el PP no va en contra de la propuesta de Puig de habilitar julio como mes hábil, sino que forma parte de "hacer el juego al PP". Los socialistas piden que si julio debe ser mes de trabajo se habiliten plenos ordinarios y sesiones de control al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y no comisiones "a modo de cortina de humo". Desde Blanquerías recuerdan que hay pendientes dos reformas del Estatut valenciano en el Congreso de los diputados que han sido aplazadas por el PP hasta en tres ocasiones, por lo que reconocen que si se trata de reformar el texto valenciano, "lo ideal" sería comenzar por las que ya están en marcha.

Así, si finalmente el PSPV no participa de la comisión parlamentaria creada para debatir las reformas que tanto el Consell como la oposición han puesto sobre la mesa, sólo los populares y, puede que EU, asististan a los debates. Fabra propuso en el anterior debate de política general reducir de 99 a 79 el número de diputados autonómicos, así como modificar la ley electoral para elegir de manera directa a un tercio de los parlamentarios.

La oposición, por su parte, planteó suprimir el aforamiento de la clase política, en la misma línea de lo que la pasada semana señaló el Gobierno de Mariano Rajoy. Pero parece que tanto unas como otras propuestas irán a parar a un cajón hasta que acabe la legislatura.