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Garganta de los Infiernos.
Las mejores escapadas veraniegas para sacudirse el calor

Las mejores escapadas veraniegas para sacudirse el calor

Destinos de interior, alejados de la costa pero con rincones perfectos para darse un baño y refrescarse en época estival

Álvaro Romero

Jueves, 12 de julio 2018, 12:21

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En verano las altas temperaturas azotan con fuerza la Península Ibérica, en especial las tierras del interior, alejadas de la costa. El mar actúa como elemento fundamental suavizando las temperaturas, valor diferenciador y que echan de menos las tierras del centro del país. Sus gentes encuentran en ríos, pozas, embalses y piscinas naturales los lugares perfectos para sacudirse el calor.

Estos espacios, que regala la naturaleza y adapta la mano del hombre, están cada vez mejor cuidados y preparados para los visitantes. Con el agua como protagonista cuentan con todo tipo de servicios para hacer de la estancia del visitante toda una experiencia. Zonas de aparcamiento, merenderos, bares y restaurantes, columpios para los niños e incluso zonas de césped perfectas para apoyar la toalla. Estos son algunos de los mejores:

Las Chorreras de Cuenca

Esta bonita ciudad manchega es mucho más que las Casas Colgadas y la Ciudad Encantada. En verano, sus famosas chorreras atraen tanto a los vecinos de la localidad como a los habitantes de las provincias colindantes. Un lugar, cercano al pueblo de Enguídanos, que se sitúa en el Cauce del río Cabriel.

Todo un espectáculo de la naturaleza donde se mezclan bellas gargantas con espectaculares rápidos e impresionantes saltos de agua, entre cuevas, pequeñas pozas y piscinas naturales de aguas turquesas que invitan al baño. Hacer una escapada a este idílico rincón conquense es sinónimo de acierto pues es complicado encontrar lugares similares en el centro peninsular.

Piscinas de Arenas de San Pedro

El pueblecito abulense de Arenas de San Pedro se convierte en uno de los destinos preferidos por los madrileños para escaparse los fines de semana estivales. Sus piscinas naturales son un remanso de paz en la Sierra de Gredos, perfectas para desconectar y dejar el calor de lado. Ofrecen aguas cristalinas y frías pues el río Arenal nutre su cauce con aguas provenientes del deshielo y los manantiales de las montañas.

Cada año el municipio se prepara para recibir a los turistas habilitando aparcamiento, un restaurante y zona de césped para tumbarse cómodamente. Además es posible caminar siguiendo el transcurso del río para esquivar los sitios más concurridos y encontrar pequeñas pozas donde bañarse alejado del mundanal ruido.

Garganta de los Infiernos

En la provincia de Cáceres se ubica una de las zonas de baño más bellas de España, la famosa Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Situada en el Valle del Jerte, pertenece a la Sierra de Gredos, un lugar que cada año tiene la suerte de contemplar el florecimiento de los cerezos que posteriormente entregan sus deliciosos frutos.

Allí la naturaleza regala paisajes espectaculares donde destacan cascadas y pozas, más de una decena de espacios preparados para darse un chapuzón. Estos pilones se han ido formando a través de los siglos gracias a la erosión que provoca el agua del río en las rocas de granito. El entorno invita al paseo por cualquiera de las singulares rutas de senderismo que alberga, perfectas para descubrir la fauna y flora del paraje.

Las Presillas

Como dice la canción «en Madrid no hay playa», pero existen alternativas similares y Las Presillas son un buen ejemplo de ello. Situadas en plena Sierra de Madrid, al norte de la provincia, emerge una de las piscinas naturales más famosas y visitadas de la capital.

Formada por las aguas del río Lozoya, entre montañas, valles y praderas, la sociedad madrileña acude en masa cada fin de semana con el fin de refrescarse y huir del agobiante calor que domina la gran ciudad y sus pueblos. Las Presillas ofrecen un enclave perfecto en plena naturaleza donde destacan las aguas limpias y transparentes de su piscina natural. Subiendo el cauce del río es posible evitar la masificación y encontrar zonas de baño mucho más salvajes y tranquilas.

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