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EFE
Pura vida

El «qué dirán»

Vinieron para que les viesen, por si las moscas, para cumplir, para plantificarse justo ahí, buscando su pequeño protagonismo de rigor mortis y mueca desvencijada

Ramón Palomar

Valencia

Miércoles, 29 de octubre 2025, 23:15

De vez en cuando aparece una de esas personas que, componiendo faz de fastidio, te suelta: «Yo es que no soporto ir a los hospitales ... o a los funerales, lo siento...». Y lo masculla como el que ha descubierto una fórmula magistral que evitará un sinfín de enfermedades. Vaya, ¿de verdad? Qué gran pensamiento... No caen en un pequeño detalle: a nadie, o a casi nadie, le agrada recorrer los pasillos de un hospital para saludar a un enfermo grave o le encanta atravesar las sendas de un cementerio para asistir a un sepelio. Pero en esta vida existen una serie de obligaciones que lubrican nuestras elementales normas de cortesía, de solidaridad, de compañerismo, llámenlo como quieran. Lo que nos chifla, a casi todos, es alternar en fiestas rechulas regadas por burbujas y amenizadas por estupendos manjares. Pero nuestra existencia viene jalonada por, precisamente, ustedes ya lo saben, las luces y las sombras, el llanto y la risa, el subidón y el bajadón.

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