La importancia de Noah Higón
Esta semana se ha hablado mucho -y qué bien- de Noah Higón, gracias a su presencia en el programa de David Broncano, que logró con ... ella buenos datos de audiencia y un enorme eco a través de las redes sociales. Su historia no era inédita, la valenciana se ha prodigado en los últimos años en distintos medios para hablar de las siete patologías poco frecuentes que padece y de cómo influyen estas en su vida. A los que no la conocían les llamó la atención su testimonio y las demandas que realizaba para que los gobiernos inviertan en investigación. Pero lo que más sorprendió fue la forma en que dio las explicaciones, el modo en que su mensaje caló entre los espectadores. Lo logró gracias a un discurso claro, desenfadado, sin tecnicismos, ni argumentos farragosos que cualquiera no pudiera entender.
Noah siempre ha percibido que su cuerpo no funcionaba de la manera más adecuada. Pero le tocó ir y volver a muchas consultas médicas para que fuesen poniéndole nombre a todo lo que le iba ocurriendo. Y todavía anda en eso.
El síndrome de Ehlers-Danlos, un trastorno de origen genético que le «descoloca» los órganos, es al parecer el causante de las enfermedades que sufre y con las que tendrá que convivir para siempre, porque ya es consciente de que no tienen cura. Solo le queda buscar remedios puntuales, lo que le ha llevado a pasar hasta 17 veces por un quirófano.
Al programa de TVE acudió primero como parte del público y a la menor oportunidad que tuvo tomó el micrófono y lanzó su reivindicación con relación a la necesidad de dotar de medios y de dinero a laboratorios y profesionales con el fin de conseguir diagnósticos más precoces y acceso a toda clase de tratamientos. Los miembros del equipo de producción tomaron nota de sus reclamaciones y de su capacidad para conectar con la audiencia y decidieron invitarla para que hablase directamente con el presentador y tuviese más tiempo para contar su situación. Y ella lo aprovechó.
Lo hizo con humor y buen rollo. «Me han abierto la tripa, tipo un bolso. Ahora te bajamos el riñón, quitamos esto», aseguraba. «Si me tengo que morir, que sea en el culo del mundo», afirmaba en relación al tipo de vida que lleva más allá de sus limitaciones.
Qué importante es comunicar de este modo, lejos de la crispación, del ruido, de la confrontación. Huir de esos términos no impide la crítica, pero permite ser más constructivo. No estamos acostumbrados a esos relatos. Porque no obtienen la visibilidad suficiente y porque los que la logran lo hacen a base de gritos.
Noah se reivindica también como diferente. Qué alegría que la televisión pública en España tenga espacio para los diferentes. En un mundo cada vez más homogéneo en todos los aspectos a los diferentes les toca ir conquistando parcelas.
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