Viberti/Alacid
F. P. PUCHE
Lunes, 24 de noviembre 2025, 23:22
Viberti fue un veterano futbolista del Málaga que respondía al apodo de Zapatones porque calzaba un 46. Viberti es una muy apreciable bodega riojana que ... te pregunta si tienes más de 18 años cuando entras a ver sus cosechas y refinamientos. Viberti, y es a lo que vamos, es el personaje de ficción que Jorge Alacid creó para su novela 'Los seres queridos' y que ahora regresa a las estanterías bajo el título de 'Las horas muertas'.
Alacid es periodista, como Viberti, y se supone que tienen una edad parecida. Alacid, como su personaje mismo, ha cambiado de casa, de periódico, de escenario vital, y está aquí ahora, entre los valencianos, trabajándose cada día el oficio de ser uno más, de contar lo que nos pasa, y de subrayar, con el lápiz de la sensibilidad, esas manías misteriosas, esas rarezas, curiosidades o qué sé yo, que dicen que tenemos los valencianos. ¿Individualistas y 'meninfots'? Bueno, vale. Será eso. Maneras de estimar, de entender la vida, formas de ser, escondidas tras las cañas de la tierra de los mil barrancos.
Periodismo en la Transición. El personaje Viberti, director de periódico, se puso a indagar unas muertes raras en lo más recio de aquellos tiempos de Carrillo, Alfonso Guerra, Roca Junyent y el «atado y bien atado». Arias que solloza, Alejo García que jadea escaleras arriba y Bárbara Rey que se destapa. Alacid dice que era muy joven entonces y que sintió muy pronto el desencanto, aquel vacío en el estómago de los que esperaban más; una sensación que los que éramos y seguimos siendo más mayores etiquetamos con algo de pragmatismo, porque tampoco era cosa de pasar del Movimiento al Libro de Mao.
'Periodismo y literatura. El arte de contar la realidad'. La valentía de abandonar el banco de remero de este oficio y adentrarse en el arte de novelar. El descaro de ofrecer al público una historia donde el autor se atreve, se sincera en la delicada osadía de crear. Esta tarde, en el Casino de la Agricultura, salta a la palestra la nueva historia de Viberti, que ahora es jefe de prensa en una alcaldía y va a investigar desapariciones en sus ratos perdidos. Jorge Alacid y Ramón Palomar, dos atrevidos que han dado el salto divino a la narración, van a contarse sus cuitas y secretos. Chapapote y Atocha. Pandemia y Gurtel. El Bigotes, las mascarillas y Cerdán. Tomes la década española que quieras tomar, encontrarás retales sobrados de crónica negra. De modo que nadie puede aventurar si van a coincidir o discrepar sobre el oficio clínico de pasar la mirada, los dedos sensibles, las manos impúdicas, sobre el cuerpo palpitante de la vida española, rebosante de terribles historias.
¿Crónica negra? Por lo general, ya basta con contar lo que se ve. Porque «lo más revolucionario, ahora, es ser moderado», dice Alacid-Viberti.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión