Triunfar en lo difícil y fallar en lo fácil
Manacorda condujo con lirismo y sosiego, pero sin deleite ni manierismo
Cada concierto de Antonello Manacorda al frente de la Orquesta de la Comunitat se salda con un notable éxito artístico. Este era su tercer concierto ... y estuvo dedicado al repertorio austríaco. Comenzó con el 'Ricercar a 6' de Bach de Webern para, a continuación, afrontar los 'Ruckert lieder' de Mahler junto a Ekaterina Gubanova. La mezzo se encuentra en una prodigiosa madurez artística y vocal como demostró el pasado verano en Bayreuth interpretando 'Parsifal'. Aquí desplegó su gran clase con unas emotivas y elegantes interpretaciones que fueron de menos a más comenzando con un tímido 'Ich atmet' einen linden Duft!' para culminar en un evocador 'Ich bin der Welt abhanden gekommen'.
En la segunda parte se interpretó al sinfonía nº4 de Bruckner. Por sintetizar la valoración de esta interpretación, creo que se puede afirmar que es la mejor versión de esta obra que se ha escuchado en este siglo en Valencia. Tendríamos que remontarnos a Baremboim o Masur en los noventa (Palau de la Música) para encontrar referentes. La Orquesta de la Comunitat está en su mejor momento técnico y artístico, y Manacorda supo sacarle todo el potencial. Fue una versión clara, de líneas nítidas y equilibradas, donde destacó el trabajo de las dinámicas en la cuerda. Pero, además, Manacorda condujo con lirismo, sosiego, pero sin deleite ni manierismo. Sirva como ejemplo equilibrada y emotiva construcción de la coda con la que se cerró la interpretación.
Lo peor, como de costumbre, fue no solo la ausencia de programa de mano, sino que ni siquiera se proyectase en pantalla. Eso sí, esta vez sí se proyectó la traducción de los lieder aunque solo en castellano (creo que Les Arts está incumpliendo alguna ley...). ¡Qué triste que se triunfe en lo difícil y se falle en lo fácil!
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