La motosierra en el PSPV
Las líderes del socialismo valenciano no pueden encantarse y se aprestan a podar cualquier resistencia que, sin Sánchez, pudiera tornarse en mala hierba
Tiempos. En política es todo importante: el qué, el quién, el cómo y, también, el cuándo. Los tiempos en política, ya se sabe. Los ... socialistas tienen constancia desde hace décadas de que el mejor momento para la poda es entre finales de otoño y principios de marzo. Aunque el cambio climático es galopante, sigue haciendo más frío en invierno que en verano. Por ahor. el mejor momento para cortar ramas secas sigue siendo el de siempre. Desde que Felipe González se aficionara a los bonsáis, allá por los años 80, las purgas comunistas se transformaron en podas socialistas. Ramas secas, tac. Brotes a destiempo, tac. Y así todo, aunque mejor en el momento adecuado. Sin embargo, aquellos felices años en que hacía calor en verano y frío en invierno se han alterado de una manera muy inquietante.
Árbol caído. Pedro Sánchez, líder indiscutible (porque no se le puede discutir, no porque no haya voces que le discutan) del PSOE no se encuentra en sus mejores días. Ni en el ámbito personal, con hermano y mujer bajo sospecha, ni en el plano orgánico, con registros en el domicilio del que fuera su ex número 3, José Luis Ábalos, y con las alarmas sonando en torno a su, hasta ahora, número 3, Santos Cerdán. El PP se dispone a hacer leña del árbol caído y aprovechar la aparición de esta situación para ver si derriban al presidente del Gobierno, que durante años ha dado una sombra muy acogedora. Precisamente, estar a la sombra es el inquietante destino de los que han sido sus treses orgánicos en el PSOE.
A la sombra. Al resguardo y con la confianza del que ha sido y por ahora es líder socialista y del Gobierno central se situaron hace años Diana Morant y Pilar Bernabé. Una es ministra y la otra delegada del Gobierno. Lo que hoy son se lo deben a Sánchez, que ha proyectado una amplia zona de refresco, pero también oscurecedora de todo lo que ha pasado en el PSPV desde hace años. No es nada distinto a lo que ha ocurrido en otras federaciones socialistas que no estaban en su mejor momento. Tras la derrota del Botánico, Ferraz cogió el volante del PSPV y ha situado a Morant y a Bernabé al frente de sus dos principales ofertas electorales.
¿Y si no, o si sí? ¿Qué pasaría si de verdad se produce un adelanto electoral y Sánchez, sitiado por tantos asuntos tan feos, adelanta las elecciones generales, pongamos en octubre, cerquita del aniversario de la dana, con la intención de ver si así recupera algo de pulso? Pues pasaría que si le sale bien a Sánchez, Morant y Bernabé estarían revalidadas. Si le sale mal el órdago al líder del PSOE, sus dos apuestas no tendrían sombra donde buscar cobijo. Así pues, y aunque hasta octubre no es bueno hacer poda, tanto una como otra deben aplicarse a no dejar que nada ni nadie les haga sombra en sus respectivos ámbitos. Podar y talar, vía motosierra. En el caso de Morant, hizo sus deberes. Habría que ver si le serviría de algo tanto tajo en el caso de que deje de ser ministra. En lo tocante a Bernabé, está en ello. La delegada del Gobierno deberá emplearse no solo a fondo sino a toda velocidad. De hecho, lo hace ya, a pesar de que no son fechas convenientes para la poda. Es en este momento cuando la candidata a la Alcaldía se bate el cobre con los pelayistas, para que nadie le haga sombra. Los pajaritos de mal agüero advierten de que quizá Borja Sanjuán no pueda ni ser concejal en las próximas elecciones locales. Ya sería severa la poda si no hay hueco en el Ayuntamiento de Valencia o en Les Corts ni para sus actuales portavoces.
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