Lo de Rosalía
Uno de los mejores escenarios para escuchar música sin que nada te perturbe, es el coche en un trayecto de una hora como mínimo. Nada ... impide que el sentido auditivo disfrute de los matices de un buen disco. Dicho y hecho, tras la gran expectación se me presenta la oportunidad de darle hasta 3 vueltas al nuevo trabajo de Rosalía. Una artista que ha vuelto a su manera y ha llegado como llegan ahora casi todos los grandes lanzamientos: entre filtraciones 'accidentales' e influencers creando contenido para le des al play mientras opinan como si fueran expertos musicales.Y es que lanzar un disco no es subirlo a Spotify y ya. Hoy es necesario construir una liturgia, un universo, una performance digital y Rosalía lo sabe hacer como pocos.El disco arrancó con 'Berghain', una pieza sublime que parece salida de una misa techno, con coros, cuerdas y la colaboración de Björk (artista que la mayoría de la chavalada actual desconoce por completo). De acuerdo, increíble. Destacaré 'Reliquia' y el tema que se ha viralizado en redes gracias a uno de sus fragmentos utilizados para subir contenido: 'Sexo, Violencia y Llantas'. Y hasta aquí lo más destacable desde mi parecer porque el álbum exige cierto esfuerzo.No es un disco de domingo mientras planchas, ni tampoco la banda sonora perfecta para la ducha mañanera. Aquí hay capas, simbolismo, mezcla de idiomas y un intento claro de hacer algo distinto con una campaña de promoción que ha sido, eso sí, una masterclass de cómo crear expectación sin que necesariamente haya algo que lo justifique al 100%. ¿El disco es interesante? Sí. ¿Es revolucionario? No tanto. ¿Es mejor que lo que otros hacen? Probablemente sí. Pero el envoltorio tan espectacular puede acabar inflando una burbuja que no siempre se corresponde con lo que suena en los auriculares.Y luego está el coro de influencers invitados al estreno de la artista, vendiendo el disco como si fuera la segunda venida de Bach, pontificando sobre armonías y matices sin conocimiento previo. No es maldad, es contexto. Si. Hubo algo de decepción con Rosalía en mi escucha automovilística pero admito que es valiente, talentosa y diferente con una obra que pide ser escuchada sin prisa, sin filtros de Instagram, sin el ruido de una gran campaña.Solo así puedes ver a una artista intentando decir algo con su música.Y será muy 'Lux', muy sinfónico, muy conceptual... pero en días como hoy sigo prefiriendo un 'Descanso dominical' de Mecano. Que igual no tenía a Björk, pero te cantaba lo de 'Mujer contra mujer' y te dejaba el alma temblando.
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