La Marina, entre denuncias anónimas y condenas por impagos a sus empleados
El director general del órgano, Vicent Llorens, declara como imputado por prevaricación administrativa por las paellas universitarias
El director general de La Marina de Valencia y actual liquidador del ente, Vicent Llorens, está citado hoy jueves por la mañana, a partir de ... las once y media, en la Ciudad de la Justicia para declarar en calidad de imputado por un presunto delito de prevaricación administrativa por la organización de la fiesta de las paellas universitarias. Una empresa de espectáculos pidió celebrar un evento de estas características, La Marina se lo negó alegando que no daban cobertura a festivales de este tipo y, posteriormente, sí que autorizó a otra mercantil a celebrar la fiesta. Esta disparidad de criterio acabó con una reclamación judicial que ha derivado en la imputación del máximo responsable de La Marina.
Pero los problemas se multiplican para Vicent Llorens. A la empresa que presentó la denuncia ha llegado una carta anónima en un sobre con el logotipo del Consorcio Valencia 2007. Esta información sin remite apunta que desde dentro de La Marina se manipuló un contrato para dar cobertura a una empresa que trabajaba y operaba en el recinto sin contrato. El anónimo asegura que se manipularon las fechas, que se elaboró un contrato ad hoc y que hay correos electrónicos que así lo certifican. En la carta, el anónimo insta al empresario perjudicado a que llame a declarar a la responsable de La Marina –la cita con nombres y apellidos– que presuntamente manipuló los contratos para legalizar la situación.
Este asunto quedó archivado, después de que Vicent Llorens declarara como imputado, aunque la empresa que se siente perjudicada recurrió el archivo y ha aportado ahora a la Fiscalía la nueva documentación que ha recibido, con la intención de que se reabra la investigación.
A La Marina, además de esta situación, se le suman las condenas para pagar a parte de sus empleados las pagas extra que no se abonaron en ejercicios anteriores. El año pasado fueron tres empleados los que ganaron el juicio, y este son ocho más, que han acudido al juzgado para que el organismo cumpla con el pago de las nóminas. Las extra impagadas y que tiene que abonar La Marina ahora a los trabajadores corresponde a los ejercicios de 2020 a 2022.
Hasta 2016, en el contrato de los trabajadores figuraba una cantidad fija como salario base repartido en doce anualidades más el plus por turno de fin de semana. A partir de octubre de ese mismo año, se desglosó el salario base y la parte proporcional de las pagas extra, más el turno de fin de semana. El cambio en la nómina fue una petición de la Seguridad Social al Consorcio para que desglosara los conceptos a pagar. El órgano que dirige Vicent Llorens recurrió con los argumentos de que las retribuciones no habían variado y que el Consorcio siempre había satisfecho lo correspondiente a las pagas extra en las nóminas, tanto antes como después de 2016. El TSJ no estimó el recurso del Consorcio, que fue condenado al pago de las extras a los trabajadores.
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