El número oculto

La llamada se produjo mientras conducía por el puente de la Trinidad de camino a la gala de los premios Valencianos para el Siglo XXI ... de LAS PROVINCIAS en noviembre de 2021. El móvil empezó a sonar con el sospechoso e intrigante «número oculto» en la pantalla del aparato. No suelo coger esas llamadas, aunque algo me hizo pensar que esa podría tener algo que ver con la imputación por prevaricación del director de La Marina. «Hola, ¿Héctor?». Sí, contesté. «¿Tú sabes a quién estás ayudando con el tema de la imputación del Vicent Llorens?» Pedí al interlocutor que se identificara, que me dijera quién era, a lo que obviamente se negó. Supuse que era alguien cercano al director de La Marina o alguno de los empresarios que pululan por esos lares a la caza y captura de suculentos contratos. El mundo de los festivales de música es muy amplio y no hace mucho hemos visto lo fácil que es cambiarse de chaqueta para algunos. La conversación con aquel personaje tan anónimo como interesado la zanajé pronto: «Me da igual lo que me digas, tengo los papeles que certifican que el director de La Marina está imputado por prevaricación. Hay poco más que hablar y no me llames más si no te vas a identificar». Nunca más me llamó. No era la primera medida de presión sobre el tema. Cuando Vicent Llorens supo que se iba a publicar una información sobre su declaración como investigado en la Ciudad de la Justicia, algún compañero del periódico recibió llamadas para tratar de sonsacar información confidencial de un asunto, que sea por lo que sea, genera mucho nerviosismo en La Marina de Valencia, que se ha convertido en una de las patatas calientes de la gestión del Rialto-Botánico. Más allá de la labor del director del Consorcio 2007, parece que los nervios afloran en aquellos que han visto en la zona una gran oportunidad para realizar negocio. Un negocio que ahora mismo está en la cuerda floja por el pulso que mantienen el Ayuntamiento y el Puerto por la propiedad de la zona.